El grupo de amigos compuesto por Paul Haynes, Bill Munden, Ken King, Peter Thirlwall, Brian Ayres y Dick Cotton, todos en sus ochentas, comenzó a reunirse en 1968. Lo que comenzó como un encuentro ocasional para jugar golf y disfrutar de una cerveza mientras estudiaban, se ha convertido en una tradición inquebrantable a lo largo de las décadas. En 56 años, apenas han faltado a unas 24 reuniones, lo que corresponde a un promedio de 0.43 faltas al año.
Incluso la pandemia de COVID-19 no interrumpió estas reuniones. Adaptándose a los tiempos, los amigos comenzaron a usar Zoom, manteniendo el contacto con aquellos que se habían mudado a lugares lejanos como Australia y Canadá. El mes pasado, retrasados por un año, celebraron su 55 aniversario, un evento significativo que llevó a reflexionar sobre los cambios y constantes de su amistad.
Sus conversaciones han evolucionado a lo largo de los años. En sus juventudes, los temas recurrentes eran el fútbol y el sexo, mientras que ahora discuten sobre la salud y las pensiones. Este cambio refleja la longevidad de su amistad y cómo ha sido testigo de todas las etapas de sus vidas.
Sus lazos también se extienden a sus familias con 17 hijos, 33 nietos y 6 bisnietos entre todos ellos. Esta red de relaciones ha fortalecido la importancia de sus reuniones semanales, manteniendo el vínculo entre la familia extendida a través de generaciones.
La importancia de estas reuniones no se limita a la compañía y la conversación. Las actividades compartidas, como el golf y los viajes en grupo, han jugado un papel importante en mantener viva su amistad. Estos encuentros no sólo representan una rutina, sino una fuente de consuelo y apoyo constante, especialmente en los momentos más difíciles.
Melanie Reid, autora de un artículo en The Times, refleja sobre la importancia de amistades duraderas para proporcionar estabilidad y consuelo. El grupo de South Yorkshire que se ha mantenido unido durante más de cinco décadas es un ejemplo inspirador de esta realidad, mostrando cómo las amistades pueden perdurar y evolucionar a lo largo del tiempo, proporcionando un soporte emocional invaluable.