Diversos estudios recientes han puesto de manifiesto la prevalencia y los desafíos en el diagnóstico y manejo de los trastornos del sueño, tanto en el ámbito clínico como laboral. La hipersomnia es un trastorno del sueño caracterizado por una somnolencia excesiva durante el día, a pesar de haber dormido lo suficiente por la noche. Las personas que la padecen pueden dormir entre 12 y 15 horas y, aun así, despertarse sintiéndose cansadas. También pueden tener dificultades para mantenerse despiertas o alertas en situaciones cotidianas. Las causas de la hipersomnia incluyen trastornos del sueño, problemas médicos o el uso de ciertos medicamentos.
En uno de los estudios, realizado en el marco del Wisconsin Sleep Cohort, se analizó a 792 personas para identificar casos de hipersomnia idiopática, un trastorno neurológico caracterizado por una somnolencia extrema a pesar de un sueño aparentemente adecuado. Los resultados revelan que aproximadamente el 1.5% de los participantes, es decir 12 personas, probablemente padecen esta condición. Esta prevalencia contrasta con la tasa reportada en EE. UU. en 2021, donde se diagnosticaron 37 casos por cada 100,000 personas (0.037%).
Para el diagnóstico, se emplearon pruebas de polisomnografía y de latencia múltiple del sueño, que mostraron que estos individuos se dormían en promedio 9 minutos más rápido por la noche y 6 minutos más rápido durante el día en comparación con aquellos sin el trastorno. Además, los pacientes con hipersomnia idiopática registraron puntuaciones promedio de 14 en encuestas de somnolencia, frente a los 9 de los demás participantes. En cuanto a la duración de los síntomas, la mayoría de los 10 participantes restantes con hipersomnia idiopática reportaron síntomas durante aproximadamente 12 años, aunque 4 de ellos experimentaron remisión.
Por otro lado, una investigación que recopiló datos de 37,662 trabajadores de los Países Bajos y Bélgica examinó la presencia de trastornos del sueño en personas que trabajan en turnos nocturnos. El estudio encontró que el 51% de estos trabajadores presentó al menos un trastorno del sueño, y el 26% reportó dos o más trastornos. Se evaluaron seis categorías: insomnio, hipersomnia, parasomnias, trastornos respiratorios del sueño, trastornos del movimiento relacionados con el sueño y trastornos del ritmo circadiano. Las mujeres, los trabajadores jóvenes (menores de 30 años) y aquellos con menor nivel educativo mostraron una mayor prevalencia de estos trastornos. El trabajo nocturno se asocia a su vez con problemas de salud significativos como diabetes, cáncer y depresión.
En Bélgica, otro estudio con 37,662 trabajadores evidenció que aquellos que trabajan en turnos presentan con mayor frecuencia sueño corto (≤6 horas) y distintos trastornos del sueño en comparación con los trabajadores diurnos (50% frente a 26%). Se reconoció que la educación influye considerablemente en estos resultados, ya que los trabajadores con menor nivel educativo tienen una prevalencia dos veces mayor de sueño corto y trastornos del sueño. Ante estos hallazgos, se sugiere que los empleadores implementen medidas para mejorar la salud del sueño de los trabajadores nocturnos, tales como programas de educación sobre higiene del sueño y estrategias de afrontamiento.
Estos estudios subrayan que tanto la hipersomnia idiopática como los trastornos del sueño en trabajadores nocturnos son más comunes de lo que se pensaba previamente. Los investigadores recomiendan un diagnóstico adecuado y la implementación de intervenciones específicas para abordar estos problemas y mejorar la calidad de vida de las poblaciones afectadas.