En las afueras de Kigali, la capital de Ruanda, un brote del virus de Marburg afectó a la región entre septiembre y octubre de 2024, causando 15 muertes e infectando a 51 personas. El brote fue oficialmente declarado terminado en diciembre de 2024, pero las autoridades y los hospitales de Kigali mantienen carteles informativos sobre los síntomas de la enfermedad para prevenir futuros episodios.
El brote se originó en el sitio minero Gamico, a 20 minutos del centro de Kigali, donde reside una colonia de 10,000 murciélagos de fruta egipcios, considerados el principal reservorio del virus. Tras analizar más de 120 historias clínicas, el 27 de septiembre de 2024 se confirmó que el virus de Marburg era la causa del brote. Durante la investigación, se identificó a una mujer de 25 años como uno de los casos iniciales. Su esposo, un minero de 27 años que trabajaba en el túnel 12 de la mina, también estuvo enfermo, y dicho túnel se destacó como una posible zona de transmisión debido a la presencia de estos murciélagos.
El virus de Marburg, perteneciente a la misma familia que el ébola, genera fiebre hemorrágica con una tasa de mortalidad que puede alcanzar hasta el 88%. Entre sus síntomas principales están la fiebre, erupciones en la piel, dolores musculares, vómitos, diarrea, y en casos graves, hemorragias fatales. En Ruanda, la tasa de mortalidad del brote se mantuvo en un 22.7%, significativamente más baja que en otros brotes históricos gracias a las estrategias de contención.
Las autoridades sanitarias establecieron diversas medidas tras el brote. El túnel 12 fue restringido exclusivamente para investigaciones y las actividades humanas fueron separadas de áreas frecuentadas por murciélagos mediante zonas de amortiguamiento. Se instaló una clínica en el sitio minero para monitorear posibles nuevos casos entre los mineros y sus familias. Además, se utilizaron vacunas candidatas del Instituto de Vacunas Sabin para proteger a las personas en riesgo, y el antiviral remdesivir se empleó para tratar a los pacientes hospitalizados.
Se identificaron 14 trabajadores del túnel con anticuerpos contra el virus, evidenciando infecciones previas. Aunque se les permitió continuar trabajando, estuvieron bajo estricta vigilancia sanitaria. La investigación también involucra el seguimiento de la colonia de murciélagos con dispositivos GPS para profundizar la comprensión de su comportamiento y minimizar futuros riesgos.
El brote de Marburg en Ruanda generó alertas internacionales, particularmente después de que en Tanzania se reportaran 10 muertes relacionadas con 10 casos confirmados. Estos eventos resaltan la importancia de las medidas preventivas y del monitoreo continuo en áreas donde la interacción humana con reservorios naturales de virus es alta.
La mina Gamico sigue siendo un foco de atención por ser el epicentro del brote. Las autoridades continúan su labor para garantizar que tanto la actividad minera como las interacciones humanas con la fauna local se realicen de manera segura, minimizando el riesgo de rebrotes en el futuro.