Google, una de las principales empresas tecnológicas a nivel mundial, ha enfrentado crecientes cuestionamientos ante su cooperación con gobiernos autoritarios, incluyendo el Kremlin en Rusia y el Partido Comunista Chino, para la censura de contenido. Desde 2011, la compañía ha recibido solicitudes de administraciones de aproximadamente 150 países, eliminando 5.6 millones de piezas de contenido en respuesta a peticiones gubernamentales.
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El fenómeno, documentado por el Informe de Transparencia de Google, muestra que las solicitudes se han duplicado desde 2020, según datos del proveedor de ciberseguridad Surfshark. Los motivos abarcan infracciones de derechos de autor, privacidad, difamación, violaciones de políticas empresariales y seguridad nacional. No obstante, casi un tercio se clasifica simplemente como "otras", lo que genera inquietud sobre la claridad y los criterios empleados.
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Un análisis del Observer destacó que desde 2020 la mayoría de las solicitudes globales se justificaron alegando razones de seguridad nacional. Esto, combinado con la falta de datos completos y un proceso que carece de transparencia, ha provocado preocupación sobre el papel de Google como árbitro de la información libre. Rusia lidera las solicitudes de eliminación, con más del 60% de estas en los últimos cuatro años hasta junio de 2024. Entre las eliminaciones destacan casos solicitados por Roskomnadzor, la agencia de censura de internet rusa, quien pidió la eliminación de videos críticos de políticos locales y publicaciones en Blogger por narrativas contrarias a los intereses del Kremlin.
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Las acciones de Google también se han extendido al ámbito electoral. En septiembre de 2021, durante las elecciones rusas, se bloquearon temporalmente las recomendaciones de votación del líder opositor Alexei Navalny, y la aplicación Smart Voting, promovida por él, fue retirada de la Play Store por petición del gobierno ruso. Por su parte, en 2022, múltiples videos de YouTube que incentivaban protestas contra Vladimir Putin también fueron eliminados.
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China es otro protagonista en este escrutinio. De las 412 solicitudes enviadas a Google por el Ministerio de Seguridad Pública, más de 200 videos fueron eliminados, incluyendo 346 que trataban temas como la corrupción dentro del sistema político. Además, Google participó en la eliminación de perfiles que imitaban al presidente Xi Jinping.
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Las solicitudes no son exclusivas de estos países. Desde 2016, Irán ha justificado peticiones de eliminación de contenido bajo la categoría de "acoso", mientras que, en Afganistán, bajo el control de los talibanes en 2023, se registró un aumento del 180% en solicitudes de eliminación por "seguridad y privacidad" en comparación con 2022.
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En Estados Unidos, Google también ha recibido más de 12,000 solicitudes de eliminación desde 2011, aunque apenas ha publicado detalles de menos de 40 de estas. La mayor cantidad afecta contenido político y críticas al estado, lo que resalta la necesidad de una evaluación crítica de cada caso.
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En un episodio que evidencia su conflicto con Moscú, un tribunal ruso multó a Google con la inverosímil cifra de 20 decillones de dólares en octubre de 2024, argumentando la restricción de canales de medios estatales en YouTube. Esta cifra simbólica, que supera el PIB mundial, refleja tensiones políticas más amplias entre Rusia y Google. Incluso días antes de la invasión de Ucrania, Rusia solicitó la eliminación de 600 enlaces que involucraban al presidente chino Xi Jinping; sin embargo, esta petición fue rechazada debido a la falta de información clara.
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La creciente presión de estos regímenes plantea preguntas fundamentales sobre la responsabilidad ética de Google frente a la censura y el riesgo de abusos por parte de gobiernos represivos.