Salud

La Evolución de las Rodillas Humanas y los Huesos Olvidados que Podrían Explicar el Dolor

Una investigación reciente ha iluminado la evolución de las rodillas humanas y los problemas que enfrentan en la actualidad, destacando una conexión entre el estilo de vida moderno y el aumento de la osteoartritis de rodilla.

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La Evolución de las Rodillas Humanas y los Huesos Olvidados que Podrían Explicar el Dolor

Una investigación reciente ha iluminado la evolución de las rodillas humanas y los problemas que enfrentan en la actualidad, destacando una conexión entre el estilo de vida moderno y el aumento de la osteoartritis de rodilla.

“Nuestros hallazgos sugieren que las modificaciones evolutivas no están optimizadas para las condiciones de la vida moderna”, señalan los investigadores.

14/9/2024

La rodilla humana ha pasado por una evolución significativa en tamaño y forma, facilitando la bipedalidad, según una investigación reciente. Este estudio ha destacado cómo, a lo largo de millones de años, nuestros ancestros como Homo erectus y Homo neanderthalensis tuvieron rodillas diferentes adaptadas a sus necesidades, y cómo la selección natural las ha transformado para una locomoción eficiente en humanos modernos.

Sin embargo, la vida post-industrial ha traído consigo sus propios problemas. Un estudio de 2017 reveló que las tasas de osteoartritis de rodilla han aumentado 2.1 veces debido al estilo de vida sedentario. En contraste, restos de cazadores-recolectores que datan de hasta 6,000 años muestran que la osteoartritis era una condición rara en esa época. En el Reino Unido, más de un tercio de las personas mayores de 45 años han buscado tratamiento para la osteoartritis de rodilla, un claro reflejo del impacto del estilo de vida contemporáneo.

La investigación apunta a varios factores que contribuyen a estos problemas modernos. La actividad física reducida resulta en una debilidad muscular y un cartílago menos resistente, a diferencia de los niveles elevados de actividad física que tenían nuestros ancestros. Para que la evolución propicie rodillas sin osteoartritis, las personas con rodillas saludables tendrían que dejar más descendencia que aquellas con problemas de rodilla a lo largo de muchas generaciones.

Un componente interesante en la estructura de la rodilla son los huesos sesamoides, como los fabellaes medial y lateral, que están presentes en aproximadamente el 36.80% de las rodillas humanas actuales. Investigaciones recientes indican que estos pequeños huesos podrían haber evolucionado distintamente en los primates y facilitado la bipedestación en los humanos. Sin embargo, la presencia de la fabella está relacionada con el doble de probabilidades de desarrollar osteoartritis.

Un análisis profundo de los huesos sesamoides en 93 especies de primates sugiere que los humanos tienen una configuración única que podría haber surgido con los hominoides. Además, las rodillas humanas son "plásticas", es decir, pueden adaptarse en respuesta a la nutrición y al uso. Un incremento global en la nutrición ha provocado un aumento en la estatura y peso de los humanos, lo cual podría haber incrementado la prevalencia de fabellas en los últimos 100 años.

Estos hallazgos concluyen que la evolución de nuestras rodillas no ha sido lineal y ha seguido caminos ramificados. Los cambios en nuestro estilo de vida moderno han producido problemas de rodilla antes inexistentes, poniendo de manifiesto que nuestras adaptaciones evolutivas no están completamente alineadas con las demandas actuales.

Algo Curioso

“Nuestros hallazgos sugieren que las modificaciones evolutivas no están optimizadas para las condiciones de la vida moderna”, señalan los investigadores.

Sep 14, 2024
Colglobal News

La rodilla humana ha pasado por una evolución significativa en tamaño y forma, facilitando la bipedalidad, según una investigación reciente. Este estudio ha destacado cómo, a lo largo de millones de años, nuestros ancestros como Homo erectus y Homo neanderthalensis tuvieron rodillas diferentes adaptadas a sus necesidades, y cómo la selección natural las ha transformado para una locomoción eficiente en humanos modernos.

Sin embargo, la vida post-industrial ha traído consigo sus propios problemas. Un estudio de 2017 reveló que las tasas de osteoartritis de rodilla han aumentado 2.1 veces debido al estilo de vida sedentario. En contraste, restos de cazadores-recolectores que datan de hasta 6,000 años muestran que la osteoartritis era una condición rara en esa época. En el Reino Unido, más de un tercio de las personas mayores de 45 años han buscado tratamiento para la osteoartritis de rodilla, un claro reflejo del impacto del estilo de vida contemporáneo.

La investigación apunta a varios factores que contribuyen a estos problemas modernos. La actividad física reducida resulta en una debilidad muscular y un cartílago menos resistente, a diferencia de los niveles elevados de actividad física que tenían nuestros ancestros. Para que la evolución propicie rodillas sin osteoartritis, las personas con rodillas saludables tendrían que dejar más descendencia que aquellas con problemas de rodilla a lo largo de muchas generaciones.

Un componente interesante en la estructura de la rodilla son los huesos sesamoides, como los fabellaes medial y lateral, que están presentes en aproximadamente el 36.80% de las rodillas humanas actuales. Investigaciones recientes indican que estos pequeños huesos podrían haber evolucionado distintamente en los primates y facilitado la bipedestación en los humanos. Sin embargo, la presencia de la fabella está relacionada con el doble de probabilidades de desarrollar osteoartritis.

Un análisis profundo de los huesos sesamoides en 93 especies de primates sugiere que los humanos tienen una configuración única que podría haber surgido con los hominoides. Además, las rodillas humanas son "plásticas", es decir, pueden adaptarse en respuesta a la nutrición y al uso. Un incremento global en la nutrición ha provocado un aumento en la estatura y peso de los humanos, lo cual podría haber incrementado la prevalencia de fabellas en los últimos 100 años.

Estos hallazgos concluyen que la evolución de nuestras rodillas no ha sido lineal y ha seguido caminos ramificados. Los cambios en nuestro estilo de vida moderno han producido problemas de rodilla antes inexistentes, poniendo de manifiesto que nuestras adaptaciones evolutivas no están completamente alineadas con las demandas actuales.

La rodilla humana ha pasado por una evolución significativa en tamaño y forma, facilitando la bipedalidad, según una investigación reciente. Este estudio ha destacado cómo, a lo largo de millones de años, nuestros ancestros como Homo erectus y Homo neanderthalensis tuvieron rodillas diferentes adaptadas a sus necesidades, y cómo la selección natural las ha transformado para una locomoción eficiente en humanos modernos.

Sin embargo, la vida post-industrial ha traído consigo sus propios problemas. Un estudio de 2017 reveló que las tasas de osteoartritis de rodilla han aumentado 2.1 veces debido al estilo de vida sedentario. En contraste, restos de cazadores-recolectores que datan de hasta 6,000 años muestran que la osteoartritis era una condición rara en esa época. En el Reino Unido, más de un tercio de las personas mayores de 45 años han buscado tratamiento para la osteoartritis de rodilla, un claro reflejo del impacto del estilo de vida contemporáneo.

La investigación apunta a varios factores que contribuyen a estos problemas modernos. La actividad física reducida resulta en una debilidad muscular y un cartílago menos resistente, a diferencia de los niveles elevados de actividad física que tenían nuestros ancestros. Para que la evolución propicie rodillas sin osteoartritis, las personas con rodillas saludables tendrían que dejar más descendencia que aquellas con problemas de rodilla a lo largo de muchas generaciones.

Un componente interesante en la estructura de la rodilla son los huesos sesamoides, como los fabellaes medial y lateral, que están presentes en aproximadamente el 36.80% de las rodillas humanas actuales. Investigaciones recientes indican que estos pequeños huesos podrían haber evolucionado distintamente en los primates y facilitado la bipedestación en los humanos. Sin embargo, la presencia de la fabella está relacionada con el doble de probabilidades de desarrollar osteoartritis.

Un análisis profundo de los huesos sesamoides en 93 especies de primates sugiere que los humanos tienen una configuración única que podría haber surgido con los hominoides. Además, las rodillas humanas son "plásticas", es decir, pueden adaptarse en respuesta a la nutrición y al uso. Un incremento global en la nutrición ha provocado un aumento en la estatura y peso de los humanos, lo cual podría haber incrementado la prevalencia de fabellas en los últimos 100 años.

Estos hallazgos concluyen que la evolución de nuestras rodillas no ha sido lineal y ha seguido caminos ramificados. Los cambios en nuestro estilo de vida moderno han producido problemas de rodilla antes inexistentes, poniendo de manifiesto que nuestras adaptaciones evolutivas no están completamente alineadas con las demandas actuales.

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