La resistencia a los antibióticos (RAM) está emergiendo como uno de los desafíos más críticos para la salud pública mundial, con estimaciones que sugieren un aumento significativo en las muertes atribuibles a esta condición en las próximas décadas. Un estudio reciente publicado en The Lancet advierte que la RAM podría causar más de 39 millones de muertes a nivel global para 2050.
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El estudio desglosa las predicciones en dos categorías: muertes directas e indirectas. Las muertes anuales directas atribuidas a la RAM se pronostican en 1,91 millones para 2050, un aumento notorio desde los 1,14 millones reportados en 2021. En cuanto a las muertes indirectas, estas podrían ascender a 8,22 millones anuales, en comparación con los 4,71 millones actuales.
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La incidencia de muertes por RAM entre los mayores de 70 años presenta una tendencia alarmante. En los últimos 30 años, esta ha aumentado un 80%, y se espera que crezca un 146% hacia 2050, alcanzando 1,3 millones de muertes anuales en este grupo de edad. Por otro lado, las muertes en niños menores de 5 años han mostrado una disminución significativa, pasando de 488,000 en 1990 a 193,000 en 2022. Las proyecciones indican que esta cifra podría reducirse aún más a la mitad para mediados de siglo.
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Las regiones más afectadas por esta crisis se concentran en Asia del Sur, destacando países como India, Pakistán y Bangladesh, así como en partes de África subsahariana. Los expertos apuntan a que estos lugares experimentarán las tasas más altas de mortalidad debido a la RAM.
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La resistencia a los antibióticos ocurre cuando las bacterias desarrollan mecanismos para evadir el efecto de los antimicrobianos, complicando el tratamiento de infecciones comunes y necesitando técnicas y medicamentos más avanzados y costosos. Factores como el envejecimiento poblacional, que conlleva a una mayor susceptibilidad a infecciones y enfermedades crónicas, agravan aún más la situación.
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Entre las medidas recomendadas para mitigar este problema, se incluye la urgente necesidad de desarrollar nuevos antibióticos y mejorar las estrategias de prevención y control de infecciones en entornos hospitalarios y comunitarios. Se estima que un mejor manejo de la atención médica y un mayor acceso a tratamientos adecuados podrían prevenir hasta 92 millones de muertes. Asimismo, la inteligencia artificial está siendo explorada como una herramienta potente para acelerar el descubrimiento de nuevos antibióticos.
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El informe concluye que sin la implementación de medidas efectivas, el creciente impacto de la resistencia a los antibióticos resultará en un aumento considerable de la mortalidad relacionada con esta condición, especialmente en la población anciana. La comunidad científica y médica urge a que se aborden estas necesidades críticas para prevenir una crisis sanitaria global. La resistencia a los antibióticos no solo afecta a la salud humana, sino que también tiene graves implicaciones para la agricultura y la ganadería, donde el uso indiscriminado de antibióticos ha contribuido significativamente a este problema.