El polvo del desierto del Sahara, que constituye la mayor fuente de partículas en el aire de la Tierra, transporta aproximadamente 800 millones de toneladas métricas cada año hacia el oeste, alcanzando las Américas. Este estudio, llevado a cabo por investigadores de la Universidad de California, Riverside, y publicado el 29 de septiembre de 2024 en Frontiers in Marine Science, destaca la importancia de este polvo en la provisión de hierro, un nutriente fundamental para el fitoplancton, que es la base de la cadena alimentaria oceánica.
A medida que el polvo viaja por la atmósfera, el hierro que contiene se transforma en formas más accesibles para los organismos vivos, un proceso que se intensifica con el tiempo y la distancia recorrida. La investigación encontró que el hierro transportado puede estimular procesos biológicos similares a la fertilización con hierro, afectando la vida en regiones distantes de su origen.
El estudio muestra que el hierro contenido en el polvo no siempre es fácilmente utilizable. Sin embargo, en áreas como la cuenca amazónica y las Bahamas, el polvo contiene hierro particularmente soluble y disponible para la vida debido a su mayor exposición a procesos químicos atmosféricos. Un análisis de siete años detectó que un promedio de 28 millones de toneladas métricas de polvo del Sahara aporta alrededor de 22,000 toneladas de fósforo fertilizante a la cuenca del río Amazonas.
La investigación también subraya el impacto del polvo del Sahara en la productividad biológica. No solo fertiliza el fitoplancton en los océanos, sino también las plantas en la Amazonía, contribuyendo significativamente a la producción de oxígeno en la Tierra. Los investigadores observaron que las áreas donde se deposita este polvo coinciden con un aumento en la actividad biológica, incluyendo la actividad microbiana en los arrecifes de coral del Caribe y la fertilización de la región amazónica.
Para llevar a cabo este estudio, los investigadores analizaron núcleos de perforación del fondo oceánico, explorando la relación entre la distancia de transporte del polvo y la cantidad de hierro biológicamente utilizable. Utilizaron un enfoque de extracción de hierro para caracterizar diferentes formas de este mineral en los sedimentos, descubriendo que el hierro altamente reactivo (FeHR) disminuye con la distancia desde la fuente, mientras que la solubilidad del hierro aumenta.
Las implicaciones climáticas de estos hallazgos son significativas. La disponibilidad de hierro influencia los niveles de dióxido de carbono (CO2) en la atmósfera y, por ende, el clima global. Esta investigación resalta la importancia de comprender cómo el polvo del Sahara afecta la biogeoquímica oceánica y el ciclo del carbono.
En resumen, el polvo del Sahara juega un rol esencial en la fertilización de ecosistemas marinos y terrestres mediante la provisión de hierro. A pesar de su origen árido, este polvo es vital para la vida en la Tierra, demostrando la profunda interconexión de los procesos físicos y biológicos en nuestro planeta.