Desde su estreno el 13 de marzo de 2025, la serie de Netflix "Adolescencia" ha capturado tanto la atención del público como de los legisladores. Esta producción británica de cuatro episodios, centrada en un niño de 13 años acusado de asesinar a una compañera de clase tras ser influenciado por contenido misógino en línea, se ha convertido en la serie más vista de la plataforma en múltiples países, incluyendo Estados Unidos.
En Gran Bretaña, el impacto cultural y social del programa ha sido notable. Más allá de su éxito de audiencia, "Adolescencia" ha generado un debate público sobre el acceso temprano de los niños a teléfonos inteligentes y contenido potencialmente dañino. El primer ministro Keir Starmer reconoció públicamente que estaba viendo la serie junto a sus hijos y subrayó ante la Cámara de los Comunes la necesidad de atender las "consecuencias fatales" del acceso no regulado a contenidos en línea.

El guionista Jack Thorne, creador de la serie junto al actor Stephen Graham, ha aprovechado esta visibilidad para abogar por cambios legislativos. Entre sus propuestas destaca establecer una prohibición para que menores de 16 años utilicen redes sociales, siguiendo el ejemplo de países como Australia, que implementó restricciones similares en 2024, o Dinamarca y Francia, que ya han limitado el uso de teléfonos inteligentes en las escuelas.
La serie ha sido elogiada por su realismo y capacidad de resonar con el público. En ella, los espectadores ven cómo un niño común y corriente, Jamie Miller (interpretado por Owen Cooper), es arrestado bajo sospecha de asesinato y exploran sus transformaciones psicológicas en contextos de presión familiar y social. Gran parte de su trama se centra en la influencia de las comunidades "incel" (célibes involuntarios) en línea, un terreno que Thorne exploró a fondo durante seis meses con una investigación inmersiva en plataformas de estas comunidades.

La recepción crítica de "Adolescencia" ha sido ampliamente positiva. Medios británicos como el Times de Londres han calificado la serie como "esencial para todos los padres". Además, Daisy Greenwell, fundadora de Smartphone Free Childhood, señaló que el programa articula el profundo miedo que tienen muchos padres sobre los riesgos digitales y criticó a las autoridades del Reino Unido por quedarse rezagadas respecto a la opinión pública en cuanto a la regulación de la tecnología para menores.
El tercer episodio, en particular, ha suscitado intensas discusiones. En una única toma de casi una hora, una psicóloga interpreta un tenso interrogatorio a Jamie, revelando el cambio de un niño aparentemente inocente a un adolescente lleno de rabia. Erin Doherty, la actriz que encarna a la psicóloga, comentó que la labor actoral exigió semanas de ensayos y que se grabaron hasta 11 tomas del episodio, eligiéndose la última como la definitiva.

Aunque "Adolescencia" no se presenta de manera explícita como una crítica directa a la tecnología, sí aborda de forma integral las fallas del entorno de apoyo del protagonista, desde una escuela con problemas de financiación hasta autoridades policiales incapaces de comprender la dinámica de comunicación juvenil en redes sociales.
Jack Thorne, en entrevistas recientes, subrayó que la intención de la serie era estimular un cambio estructural. Para el guionista, no se trata solo de culpar a los teléfonos, sino de concienciar a la sociedad sobre el papel colectivo en la protección y orientación de los jóvenes. Este enfoque tiene ecos históricos en dramas televisivos que han provocado reformas sociales, como "Cathy Come Home" de 1966, que influyó en políticas contra la falta de vivienda, o "El Sr. Bates contra la Oficina de Correos" en 2024, que promovió la exoneración de trabajadores postales injustamente condenados.

Por ahora, parece poco probable que el Partido Laborista gobernante adopte legislaciones similares a las de otros países en el corto plazo. Sin embargo, el impacto de "Adolescencia" sigue intensificando un debate que se desarrolla tanto en la política como en los hogares británicos.
La serie "Adolescencia" fue completamente filmada en tomas largas, algunas de hasta una hora de duración, lo que añade un nivel de complejidad artística y emocional apreciado por los críticos y la audiencia.