El Palacio Diriyah en Riad, Arabia Saudita, fue el escenario de un encuentro diplomático crucial entre Estados Unidos y Rusia el 18 de febrero de 2025 para abordar el conflicto ucraniano. Esta reunión, la más significativa desde la invasión rusa a Ucrania en 2022, reunió a importantes figuras de ambos países y marcó un drástico cambio en la dinámica política entre las dos potencias.
La representación de Estados Unidos estuvo liderada por Marco Rubio, Secretario de Estado, acompañado por Mike Waltz, Asesor de Seguridad Nacional, y Steve Witkoff, Enviado Especial para el Medio Oriente. Por parte de Rusia, participaron Sergey Lavrov, Ministro de Relaciones Exteriores, y Yuri Ushakov, Asesor de Política Exterior del presidente Vladimir Putin. Arabia Saudita, anfitrión del encuentro, estuvo representada por el príncipe Faisal bin Farhan Al Saud, Ministro de Relaciones Exteriores, y Mosaad bin Mohammad Al-Aiban, Asesor de Seguridad Nacional.
El encuentro culminó con una serie de acuerdos destinados a sentar las bases para futuras negociaciones de paz. Estos incluyeron la creación de un equipo de alto nivel para avanzar en las discusiones para poner fin al conflicto en Ucrania, un mecanismo de consulta para gestionar las tensiones bilaterales, y la decisión de reintegrar personal en las embajadas de ambos países en Washington y Moscú. Asimismo, se dialogó sobre oportunidades económicas y de inversión que surgirían tras el cese de hostilidades.
El contexto en el que se desarrolló esta reunión también generó tensiones. Surgió preocupación en Ucrania y Europa ante la posibilidad de que el presidente Donald Trump buscara un acuerdo que pudiera beneficiar a Rusia. Además, Kyiv no fue invitado al encuentro, lo que suscitó críticas por parte del presidente ucraniano Volodymyr Zelenskyy, quien aseguró que Ucrania no acataría acuerdos alcanzados sin su participación. Paralelamente, Rusia lanzó 176 drones contra Ucrania la noche previa a la reunión, subrayando la vigencia de las hostilidades.
Por su parte, Sergey Lavrov descartó cualquier posibilidad de un despliegue de tropas de la OTAN en Ucrania, postura que consideró como una amenaza a la soberanía rusa. En el plano económico, Kirill Dmitriev, jefe del Fondo de Inversión Directa de Rusia, señaló que las empresas estadounidenses habían sufrido pérdidas por más de 300 mil millones de dólares debido a su retirada del mercado ruso, como consecuencia de las sanciones impuestas por la administración Biden.
Aunque no se fijó una fecha concreta, se mencionó la posibilidad de organizar una cumbre entre Donald Trump y Vladimir Putin en las próximas semanas. Se anticipó que los temas prioritarios incluirían la seguridad y el territorio, cuestiones fundamentales para la resolución del conflicto.