EconomÍa

Donald Trump impone aranceles del 25% a automóviles importados para impulsar la manufactura local

El presidente Donald Trump anunció el 26 de marzo de 2025 la implementación de aranceles del 25% sobre automóviles y partes importadas que no se fabriquen en Estados Unidos. Esta medida, que entrará

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Donald Trump impone aranceles del 25% a automóviles importados para impulsar la manufactura local

El presidente Donald Trump anunció el 26 de marzo de 2025 la implementación de aranceles del 25% sobre automóviles y partes importadas que no se fabriquen en Estados Unidos. Esta medida, que entrará

"Estos aranceles protegerán nuestra manufactura y devolverán empleos perdidos a los estadounidenses"

— Expresó Trump al anunciar la medida.

26/3/2025

Donald Trump, presidente de Estados Unidos, anunció la imposición de un arancel del 25% sobre todos los automóviles y componentes automotrices importados que no se fabriquen en territorio estadounidense. Este impuesto comenzará a aplicarse a partir del 2 de abril de 2025, y su recaudación se pondrá en marcha el 3 de abril. Según el mandatario, esta estrategia tiene como objetivo corregir lo que califica de "prácticas comerciales injustas" realizadas por otros países y fomentar el crecimiento de la industria automotriz nacional.

La medida, que se espera genere ingresos superiores a los 100 mil millones de dólares anuales para el gobierno de Estados Unidos, guarda relación con las importaciones de automóviles realizadas en 2024, que alcanzaron los 8 millones de unidades y representaron un comercio valorado en aproximadamente 240 mil millones de dólares. No obstante, analistas han advertido sobre las repercusiones económicas, incluyendo un incremento significativo en los precios de los automóviles, estimado entre 4,000 y 12,000 dólares, dependiendo del modelo y la marca, lo que impactará directamente en los consumidores.

Un estudio realizado por el Anderson Economic Group proyecta que el aumento de precios podría alcanzar los 12,000 dólares por vehículo, alimentando preocupaciones entre analistas de mercado y actores de la industria. Además, las acciones de fabricantes como General Motors y Ford reflejaron una caída del 3% tras el anuncio del nuevo arancel.

La medida también ha generado tensiones en el plano internacional. Candace Laing, presidenta de la Cámara de Comercio de Canadá, alertó que esta política podría ocasionar la pérdida de decenas de miles de empleos tanto en Estados Unidos como en Canadá, a la vez que afectaría la competitividad de la industria automotriz en América del Norte.

En el marco del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (USMCA), se especificaron concesiones para automóviles producidos bajo este acuerdo, permitiendo un trato especial para vehículos que incluyan elementos no fabricados en EE. UU. mientras se desarrollan nuevas normativas de aplicación. Por otro lado, los autos ensamblados por completo en territorio estadounidense no serán afectados, según confirmó Trump.

Las encuestas sugieren una reacción predominantemente negativa por parte del público. Un 90% de los demócratas y un 57% de los republicanos manifestaron preocupación sobre el impacto financiero que el arancel podría tener para las familias estadounidenses. Se espera que el aumento en el costo de los automóviles se traduzca en una menor capacidad adquisitiva para los consumidores y desencadene efectos secundarios como paros temporales en la producción automotriz interna debido al encarecimiento de materiales importados.

Trump enmarcó esta acción como parte de una estrategia económica más amplia, apodada "Día de la Liberación", en la que se prevén nuevos aranceles recíprocos sobre bienes importados. Este movimiento busca cristalizar su visión de una economía más autárquica que reduzca la dependencia de productos extranjeros y priorice la industria nacional.

La última vez que Estados Unidos implementó aranceles significativos en la industria automotriz fue durante la década de 1980, cuando el país aplicó restricciones para frenar la competitividad de automóviles japoneses, marcando tendencias económicas que aún son debatidas por los historiadores.

Algo Curioso

"Estos aranceles protegerán nuestra manufactura y devolverán empleos perdidos a los estadounidenses"

— Expresó Trump al anunciar la medida.

Mar 26, 2025
Colglobal News

Donald Trump, presidente de Estados Unidos, anunció la imposición de un arancel del 25% sobre todos los automóviles y componentes automotrices importados que no se fabriquen en territorio estadounidense. Este impuesto comenzará a aplicarse a partir del 2 de abril de 2025, y su recaudación se pondrá en marcha el 3 de abril. Según el mandatario, esta estrategia tiene como objetivo corregir lo que califica de "prácticas comerciales injustas" realizadas por otros países y fomentar el crecimiento de la industria automotriz nacional.

La medida, que se espera genere ingresos superiores a los 100 mil millones de dólares anuales para el gobierno de Estados Unidos, guarda relación con las importaciones de automóviles realizadas en 2024, que alcanzaron los 8 millones de unidades y representaron un comercio valorado en aproximadamente 240 mil millones de dólares. No obstante, analistas han advertido sobre las repercusiones económicas, incluyendo un incremento significativo en los precios de los automóviles, estimado entre 4,000 y 12,000 dólares, dependiendo del modelo y la marca, lo que impactará directamente en los consumidores.

Un estudio realizado por el Anderson Economic Group proyecta que el aumento de precios podría alcanzar los 12,000 dólares por vehículo, alimentando preocupaciones entre analistas de mercado y actores de la industria. Además, las acciones de fabricantes como General Motors y Ford reflejaron una caída del 3% tras el anuncio del nuevo arancel.

La medida también ha generado tensiones en el plano internacional. Candace Laing, presidenta de la Cámara de Comercio de Canadá, alertó que esta política podría ocasionar la pérdida de decenas de miles de empleos tanto en Estados Unidos como en Canadá, a la vez que afectaría la competitividad de la industria automotriz en América del Norte.

En el marco del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (USMCA), se especificaron concesiones para automóviles producidos bajo este acuerdo, permitiendo un trato especial para vehículos que incluyan elementos no fabricados en EE. UU. mientras se desarrollan nuevas normativas de aplicación. Por otro lado, los autos ensamblados por completo en territorio estadounidense no serán afectados, según confirmó Trump.

Las encuestas sugieren una reacción predominantemente negativa por parte del público. Un 90% de los demócratas y un 57% de los republicanos manifestaron preocupación sobre el impacto financiero que el arancel podría tener para las familias estadounidenses. Se espera que el aumento en el costo de los automóviles se traduzca en una menor capacidad adquisitiva para los consumidores y desencadene efectos secundarios como paros temporales en la producción automotriz interna debido al encarecimiento de materiales importados.

Trump enmarcó esta acción como parte de una estrategia económica más amplia, apodada "Día de la Liberación", en la que se prevén nuevos aranceles recíprocos sobre bienes importados. Este movimiento busca cristalizar su visión de una economía más autárquica que reduzca la dependencia de productos extranjeros y priorice la industria nacional.

La última vez que Estados Unidos implementó aranceles significativos en la industria automotriz fue durante la década de 1980, cuando el país aplicó restricciones para frenar la competitividad de automóviles japoneses, marcando tendencias económicas que aún son debatidas por los historiadores.

Donald Trump, presidente de Estados Unidos, anunció la imposición de un arancel del 25% sobre todos los automóviles y componentes automotrices importados que no se fabriquen en territorio estadounidense. Este impuesto comenzará a aplicarse a partir del 2 de abril de 2025, y su recaudación se pondrá en marcha el 3 de abril. Según el mandatario, esta estrategia tiene como objetivo corregir lo que califica de "prácticas comerciales injustas" realizadas por otros países y fomentar el crecimiento de la industria automotriz nacional.

La medida, que se espera genere ingresos superiores a los 100 mil millones de dólares anuales para el gobierno de Estados Unidos, guarda relación con las importaciones de automóviles realizadas en 2024, que alcanzaron los 8 millones de unidades y representaron un comercio valorado en aproximadamente 240 mil millones de dólares. No obstante, analistas han advertido sobre las repercusiones económicas, incluyendo un incremento significativo en los precios de los automóviles, estimado entre 4,000 y 12,000 dólares, dependiendo del modelo y la marca, lo que impactará directamente en los consumidores.

Un estudio realizado por el Anderson Economic Group proyecta que el aumento de precios podría alcanzar los 12,000 dólares por vehículo, alimentando preocupaciones entre analistas de mercado y actores de la industria. Además, las acciones de fabricantes como General Motors y Ford reflejaron una caída del 3% tras el anuncio del nuevo arancel.

La medida también ha generado tensiones en el plano internacional. Candace Laing, presidenta de la Cámara de Comercio de Canadá, alertó que esta política podría ocasionar la pérdida de decenas de miles de empleos tanto en Estados Unidos como en Canadá, a la vez que afectaría la competitividad de la industria automotriz en América del Norte.

En el marco del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (USMCA), se especificaron concesiones para automóviles producidos bajo este acuerdo, permitiendo un trato especial para vehículos que incluyan elementos no fabricados en EE. UU. mientras se desarrollan nuevas normativas de aplicación. Por otro lado, los autos ensamblados por completo en territorio estadounidense no serán afectados, según confirmó Trump.

Las encuestas sugieren una reacción predominantemente negativa por parte del público. Un 90% de los demócratas y un 57% de los republicanos manifestaron preocupación sobre el impacto financiero que el arancel podría tener para las familias estadounidenses. Se espera que el aumento en el costo de los automóviles se traduzca en una menor capacidad adquisitiva para los consumidores y desencadene efectos secundarios como paros temporales en la producción automotriz interna debido al encarecimiento de materiales importados.

Trump enmarcó esta acción como parte de una estrategia económica más amplia, apodada "Día de la Liberación", en la que se prevén nuevos aranceles recíprocos sobre bienes importados. Este movimiento busca cristalizar su visión de una economía más autárquica que reduzca la dependencia de productos extranjeros y priorice la industria nacional.

La última vez que Estados Unidos implementó aranceles significativos en la industria automotriz fue durante la década de 1980, cuando el país aplicó restricciones para frenar la competitividad de automóviles japoneses, marcando tendencias económicas que aún son debatidas por los historiadores.

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