La expansión de la contaminación por microplásticos está teniendo un impacto severo en la capacidad de las plantas para realizar la fotosíntesis, un proceso vital para la producción mundial de alimentos y la biodiversidad marina. Según un estudio recientemente publicado en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences, entre el 4% y el 14% de los cultivos básicos a nivel global, como el trigo, el arroz y el maíz, ya se están perdiendo anualmente debido a esta contaminación, lo que podría traducirse en una crisis alimentaria de enorme escala.
El alcance de las pérdidas alimenticias refleja cifras alarmantes. La producción anual de cultivos se ha visto reducida en un rango de 109.73 a 360.87 millones de toneladas métricas (MT) debido al impacto de los microplásticos, mientras que en los océanos, la producción de mariscos ha menguado entre 1.05 y 24.33 MT cada año. Estos efectos se atribuyen al hecho de que los microplásticos obstruyen la luz solar necesaria para la fotosíntesis, deterioran la calidad de los suelos y dañan los sistemas de transporte de nutrientes y agua dentro de las plantas.
El impacto varía según las regiones, y Asia es la más afectada, con una pérdida estimada de 54 a 177 millones de toneladas de cultivos por año, lo que constituye cerca del 50% del total mundial. En Europa, el trigo ha sido particularmente vulnerable, mientras que en Estados Unidos el maíz enfrenta graves consecuencias. En los océanos, las pérdidas anuales de pescado y mariscos representan aproximadamente el 7% de la producción total.
La exposición a microplásticos también afecta el contenido de clorofila de las plantas y organismos fotoautótrofos, reduciéndolo entre un 10.96% y un 12.84%. Además, la productividad primaria neta acuática global disminuye anualmente entre 0.31% y 7.24% debido a estos contaminantes, lo que equivale a pérdidas de entre 147.52 y 3415.11 MT de carbono al año.
En términos de mitigación, los expertos sugieren que una reducción del 13% en los niveles actuales de microplásticos en el medio ambiente podría evitar pérdidas de entre 14.26 y 46.91 MT de cultivos y de entre 0.14 y 3.16 MT en mariscos por año. Sin embargo, recalcan que implementar soluciones requiere un esfuerzo inmediato y coordinado a nivel global.
Como consecuencia del daño ambiental causado por los microplásticos, el estudio estima que el número de personas en riesgo de hambre podría aumentar en 400 millones durante las próximas dos décadas. Esto se sumaría a los 700 millones que ya padecían hambre en 2022, subrayando la urgencia de tomar acción para frenar la exposición de los ecosistemas a estos contaminantes.
El informe concluye con un llamado claro a priorizar estrategias efectivas para prevenir la contaminación adicional por plásticos y restaurar el equilibrio ecológico necesario para garantizar un suministro sostenible de alimentos. "La contaminación por microplásticos es un problema complejo que requiere soluciones inmediatas para preservar tanto el bienestar humano como el salud del planeta", advierten los autores del artículo.
Los microplásticos, partículas de menos de 5 milímetros, surgen principalmente de la descomposición de productos plásticos más grandes y representan hasta un 95% de los plásticos que contaminan el medio marino según cifras de Greenpeace.