Un estudio reciente publicado en la revista Neurology ha encontrado que el consumo de carne roja procesada como salchichas, mortadela y bacon está asociado con un mayor riesgo de desarrollar demencia. Este análisis se realizó sobre un grupo de 133,771 personas con una media de edad de 49 años al inicio del estudio, abarcando un periodo de hasta 43 años. Durante este tiempo, se registraron 11,173 casos de demencia entre los participantes.
Según los hallazgos, aquellos que consumían al menos dos raciones de carne roja procesada por semana (menos de 100 gramos) presentaban un 13% más de riesgo de demencia en comparación con quienes consumían menos de tres raciones al mes. Además, se observó un incremento del 14% en el riesgo de deterioro cognitivo subjetivo (SCD) para los que consumían al menos un cuarto de ración diaria de carne roja procesada.
El estudio también investigó el consumo de carne roja no procesada, como filetes de cerdo o vaca, y concluyó que no mostraba una asociación significativa con el riesgo de demencia. Sin embargo, consumir siete porciones de carne roja a la semana o más se asoció con un aumento del 16% en el riesgo subjetivo de deterioro cognitivo en comparación con quienes consumían menos de tres porciones semanales.
Los autores del estudio sugieren que disminuir el consumo de carne roja procesada y reemplazarla con fuentes de proteína más saludables como pescado, legumbres o pollo, podría reducir los casos de demencia en decenas de miles de personas en países como España. Se estima que sustituir una porción diaria de carne roja procesada por pescado podría reducir el riesgo de demencia en un 28%, mientras que cambiarla por nueces o legumbres podría disminuirlo en un 19%.
El estudio señala además que el consumo excesivo de carne roja puede inducir resistencia a la insulina, lo que está relacionado con la acumulación de proteína beta amiloide en el cerebro, un mecanismo asociado con el Alzheimer. Otros compuestos en la carne procesada, como los nitritos, pueden causar estrés oxidativo y promover la inflamación, contribuyendo a efectos neurotóxicos.
En términos de datos estadísticos, el estudio incluyó a 133,771 participantes, de los cuales el 65.4% eran mujeres, con una media de edad de 48.9 años.
La conclusión del estudio enfatiza que reducir el consumo de carne roja, especialmente la procesada, debería considerarse en las guías dietéticas para promover la salud cognitiva.