Colossal Biosciences, una innovadora empresa de biotecnología fundada por Ben Lamm, está desarrollando un proyecto que busca traer de vuelta al mamut lanudo, una especie extinguida hace cerca de 4,000 años. El enfoque de la compañía se basa en el uso de sofisticadas técnicas de edición genética y biología sintética, como la transferencia nuclear de células somáticas, una técnica que se utilizó anteriormente en la clonación de la oveja Dolly en 1996.
El proyecto cuenta con un financiamiento de 200 millones de dólares, obtenido tras una exitosa ronda de inversión. Entre los patrocinadores se encuentra el reconocido director de cine Peter Jackson, responsable de la trilogía "El Señor de los Anillos". Con este respaldo financiero, Colossal Biosciences tiene como objetivo traer al primer ternero de mamut lanudo al mundo moderno para finales de 2028. Este primer ejemplar, según los planes de la empresa, será gestado por una madre elefante asiática, especie que comparte un 99.6% de similitudes genéticas con el mamut lanudo.
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La metodología de Colossal incluye extraer ADN antiguo de especímenes históricos de mamut y compararlo con los genomas del elefante asiático. A través del uso de inteligencia artificial, identifican genes clave que serán modificados para replicar las características del mamut. La empresa también está explorando el uso de úteros artificiales, con el plan de alcanzar un avance inicial en un pequeño mamífero, como un ratón, en un plazo de dos años.
Además de la ingeniería genética, Colossal también investiga las capacidades de reintroducción de la especie en su hábitat natural, particularmente en la costa norte de Alaska. Según un estudio publicado en *Scientific Reports*, esta región podría soportar una densidad poblacional de 0.13 mamuts por km² en promedio, alcanzando una capacidad total estimada de hasta 48,000 ejemplares en ausencia de depredadores y enfermedades. Este regreso podría tener un impacto significativo en la salud de los ecosistemas, aumentando la biodiversidad y ayudando a combatir problemas como la emisión de gases de efecto invernadero en el permafrost.
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En su dieta, los mamuts eran herbívoros generalistas que consumían una combinación de forbs, graminoides y arbustos deciduos, adaptándose a la estacionalidad de los recursos. Se calcula que ingerían entre 78 y 104 kilogramos de forraje diario, representando un consumo anual de 28 a 38 toneladas por individuo, lo que evidencia la necesidad de entornos ricos en vegetación.
Colossal Biosciences no solo busca restaurar una especie extinta, sino promover un cambio ecológico significativo a través del concepto de "rewilding". En este sentido, la empresa ya colabora con comunidades indígenas y propietarios de tierras para garantizar que los mamuts restauren su papel funcional en los ecosistemas sin causar daños colaterales.
El mamut lanudo es solo una parte del ambicioso portafolio de proyectos de Colossal en especies extinguidas. La compañía también trabaja en revivir al dodo, otro ejemplo clave de restauración de biodiversidad a través de biotecnología.
Si Colossal cumple con sus metas, la llegada del primer mamut lanudo en 2028 podría convertirse en uno de los mayores logros científicos del siglo XXI, transformando nuestra visión sobre la extinción y abriendo nuevas posibilidades para la conservación global mediante avances tecnológicos. El elefante asiático, considerado el pariente más cercano al mamut lanudo, comparte el 99.6% de su ADN con él, lo que hace viable el proyecto de su resurrección mediante ingeniería genética.