Un equipo de investigadores de la Universidad Aalto, Finlandia, y la Universidad de Bayreuth, Alemania, ha creado un hidrogel que ha llamado la atención de la comunidad científica por su innovadora combinación de rigidez, flexibilidad y capacidades de autocuración, propiedades que lo asemejan a la piel humana. Este material, descrito en un artículo publicado el 7 de marzo de 2025 en la revista Nature Materials bajo el título "Hidrogeles rígidos y autocurativos mediante entrelazamientos de polímeros en nanoconfinamiento co-planar", podría tener un impacto significativo en industrias como la medicina y la robótica.
El hidrogel se distingue por su estructura única, que incorpora aproximadamente 10,000 capas de láminas de arcilla ultra delgadas en cada milímetro. Estas láminas se entrelazan formando una densa red de polímeros que otorgan al material una rigidez comparable a la piel humana, además de una flexibilidad y resistencia superiores. Adicionalmente, este diseño permite que el material se repare a sí mismo después de sufrir daños. En pruebas experimentales, el hidrogel logró recuperar entre el 80% y el 90% de su integridad en las primeras cuatro horas posteriores a ser cortado, alcanzando una autorreparación completa en 24 horas.
La fabricación del hidrogel se basa en un proceso relativamente simple y eficiente. En la primera etapa, un polvo de monómeros se mezcla con agua que contiene láminas de arcilla. Posteriormente, la mezcla es expuesta a luz ultravioleta (UV), lo que inicia un proceso de polimerización donde las moléculas individuales se enlazan para formar un gel elástico. La innovación más notable del proceso es el entrelazamiento coplanar de polímeros, que permite que las redes dañadas se vuelvan a unir, facilitando así la autocuración.
En cuanto a sus propiedades mecánicas, el hidrogel supera a la mayoría de los materiales similares disponibles actualmente. Su módulo de Young, que mide la rigidez, supera los 50 megapascales (MPa), un valor extraordinariamente alto en comparación con los hidrogeles convencionales, que suelen registrar menos de 100 kilopascales (kPa). En términos de resistencia a la tracción, otro indicador crucial de la robustez del material, el hidrogel alcanza hasta 4.2 MPa.
Este avance tecnológico promete aplicaciones amplias y diversas. En el campo de la medicina, podría ser utilizado en curación de heridas y terapias regenerativas gracias a su biocompatibilidad y cualidad autorreparable. En la robótica blanda, se vislumbra su uso para crear pieles artificiales que no solo sean robustas sino también capaces de autorrepararse de cortes y daños.
La investigación detrás de este hidrogel no solo pone de manifiesto el potencial de los materiales inspirados en la biología, sino que también abre nuevas puertas para el diseño y fabricación de materiales multifuncionales que podrían transformar sectores como la biomedicina, la ingeniería de tejidos y la robótica. Los investigadores tienen la expectativa de que este material inspire y acelere el desarrollo de otros materiales con propiedades similares y aplicaciones novedosas.
El módulo de Young de este hidrogel, que supera los 50 MPa, es 500 veces mayor que el de los hidrogeles convencionales, lo que marca una diferencia sustancial en términos de rigidez y desempeño mecánico.