Ciencia

Científicos reciclan palas de turbinas eólicas para fabricar asfalto y construir carreteras

Investigadores de la Academia China de Ciencias han implementado un proceso para reciclar materiales compuestos de turbinas eólicas retiradas, utilizándolos en mezclas de asfalto y concreto para infraestructura vial. El método fue probado con éxito en un tramo de la autopista Qingfu en Lanzhou, demostrando ser una solución efectiva y sostenible para el reciclaje de estos componentes.

Ciencia

Científicos reciclan palas de turbinas eólicas para fabricar asfalto y construir carreteras

Investigadores de la Academia China de Ciencias han implementado un proceso para reciclar materiales compuestos de turbinas eólicas retiradas, utilizándolos en mezclas de asfalto y concreto para infraestructura vial. El método fue probado con éxito en un tramo de la autopista Qingfu en Lanzhou, demostrando ser una solución efectiva y sostenible para el reciclaje de estos componentes.

“Este avance en el reciclaje de palas eólicas puede abordar un problema ambiental creciente, al tiempo que aprovecha residuos industriales para un beneficio tangible”

– Destacaron los investigadores del proyecto.

15/2/2025

Un equipo del Instituto de Física Química de Lanzhou, en la Academia China de Ciencias, presentó un proceso innovador que aborda el reciclaje de palas de turbinas eólicas desmanteladas, un desafío ambiental creciente. El método consiste en triturar y realizar un tratamiento químico de estos materiales, mayoritariamente compuestos por fibra de vidrio, incorporándolos así en mezclas de asfalto y concreto utilizadas en la construcción de carreteras. La técnica fue aplicada en septiembre de 2024 en un tramo de la autopista Qingfu en Lanzhou y, hasta febrero de 2025, la infraestructura vial no presentó grietas ni deformaciones, confirmando su eficacia.

Este desarrollo toma relevancia dada la magnitud del problema que representan los residuos de turbinas eólicas. Según datos de 2023 del Laboratorio Nacional de Energías Renovables (NREL) de Estados Unidos, se estima que entre 3,000 y 9,000 palas de turbinas se retirarán anualmente en dicho país en un plazo de cinco años, y la cifra podría alcanzar entre 10,000 y 20,000 anuales hasta 2040. Este desafío no es exclusivo de Estados Unidos, ya que Europa y China también enfrentan un incremento en el desmantelamiento de estas estructuras debido al creciente uso de energía eólica. Cabe destacar que China está desarrollando la turbina más grande del mundo, con una capacidad de generación de 26 MW y un diámetro de pala de 310 metros, lo que subraya la necesidad de encontrar soluciones sostenibles para este tipo de residuos.

El nuevo método chino de reciclaje se suma a otros esfuerzos tecnológicos destacados, como los de empresas como Global Fiberglass Solutions, que convierte las palas en pellets plásticos reforzados para reutilización, o Veolia, que emplea las palas trituradas como sustituto del carbón y otros materiales en hornos de cemento. En paralelo, distintas investigaciones trabajan en opciones como resinas químicas que se disuelvan rápidamente y plásticos reciclables termoplásticos, con el objetivo de facilitar el reciclaje de estos materiales compuestos. Las palas de turbinas eólicas suelen tener una vida útil de 20 a 25 años, y su longitud puede superar los 100 metros, lo que las convierte en uno de los objetos desmontados más grandes y difíciles de desechar del mundo.


Sin embargo, la complejidad del reciclaje de palas de turbinas eólicas reside en su estructura, diseñada para soportar condiciones extremas de uso durante dos o tres décadas. Estas cualidades, que hacen que las palas sean duraderas y resistentes en su función original, son las mismas que presentan un reto considerable al tratar de procesarlas para otros usos. El avance del Instituto de Física Química de Lanzhou aporta una solución concreta y viable ante este desafío.


El éxito temprano de este enfoque, aplicado a la autopista Qingfu en Lanzhou, podría sentar las bases para ampliar su implementación a mayor escala, ayudando a mitigar el impacto ambiental de estos materiales. Aunque queda un camino por recorrer para su adopción global, el proyecto muestra cómo la reutilización de residuos industriales puede convertirse en una opción sostenible y rentable en el contexto de la construcción y la infraestructura.

Algo Curioso

“Este avance en el reciclaje de palas eólicas puede abordar un problema ambiental creciente, al tiempo que aprovecha residuos industriales para un beneficio tangible”

– Destacaron los investigadores del proyecto.

Feb 15, 2025
Colglobal News

Un equipo del Instituto de Física Química de Lanzhou, en la Academia China de Ciencias, presentó un proceso innovador que aborda el reciclaje de palas de turbinas eólicas desmanteladas, un desafío ambiental creciente. El método consiste en triturar y realizar un tratamiento químico de estos materiales, mayoritariamente compuestos por fibra de vidrio, incorporándolos así en mezclas de asfalto y concreto utilizadas en la construcción de carreteras. La técnica fue aplicada en septiembre de 2024 en un tramo de la autopista Qingfu en Lanzhou y, hasta febrero de 2025, la infraestructura vial no presentó grietas ni deformaciones, confirmando su eficacia.

Este desarrollo toma relevancia dada la magnitud del problema que representan los residuos de turbinas eólicas. Según datos de 2023 del Laboratorio Nacional de Energías Renovables (NREL) de Estados Unidos, se estima que entre 3,000 y 9,000 palas de turbinas se retirarán anualmente en dicho país en un plazo de cinco años, y la cifra podría alcanzar entre 10,000 y 20,000 anuales hasta 2040. Este desafío no es exclusivo de Estados Unidos, ya que Europa y China también enfrentan un incremento en el desmantelamiento de estas estructuras debido al creciente uso de energía eólica. Cabe destacar que China está desarrollando la turbina más grande del mundo, con una capacidad de generación de 26 MW y un diámetro de pala de 310 metros, lo que subraya la necesidad de encontrar soluciones sostenibles para este tipo de residuos.

El nuevo método chino de reciclaje se suma a otros esfuerzos tecnológicos destacados, como los de empresas como Global Fiberglass Solutions, que convierte las palas en pellets plásticos reforzados para reutilización, o Veolia, que emplea las palas trituradas como sustituto del carbón y otros materiales en hornos de cemento. En paralelo, distintas investigaciones trabajan en opciones como resinas químicas que se disuelvan rápidamente y plásticos reciclables termoplásticos, con el objetivo de facilitar el reciclaje de estos materiales compuestos. Las palas de turbinas eólicas suelen tener una vida útil de 20 a 25 años, y su longitud puede superar los 100 metros, lo que las convierte en uno de los objetos desmontados más grandes y difíciles de desechar del mundo.


Sin embargo, la complejidad del reciclaje de palas de turbinas eólicas reside en su estructura, diseñada para soportar condiciones extremas de uso durante dos o tres décadas. Estas cualidades, que hacen que las palas sean duraderas y resistentes en su función original, son las mismas que presentan un reto considerable al tratar de procesarlas para otros usos. El avance del Instituto de Física Química de Lanzhou aporta una solución concreta y viable ante este desafío.


El éxito temprano de este enfoque, aplicado a la autopista Qingfu en Lanzhou, podría sentar las bases para ampliar su implementación a mayor escala, ayudando a mitigar el impacto ambiental de estos materiales. Aunque queda un camino por recorrer para su adopción global, el proyecto muestra cómo la reutilización de residuos industriales puede convertirse en una opción sostenible y rentable en el contexto de la construcción y la infraestructura.

Un equipo del Instituto de Física Química de Lanzhou, en la Academia China de Ciencias, presentó un proceso innovador que aborda el reciclaje de palas de turbinas eólicas desmanteladas, un desafío ambiental creciente. El método consiste en triturar y realizar un tratamiento químico de estos materiales, mayoritariamente compuestos por fibra de vidrio, incorporándolos así en mezclas de asfalto y concreto utilizadas en la construcción de carreteras. La técnica fue aplicada en septiembre de 2024 en un tramo de la autopista Qingfu en Lanzhou y, hasta febrero de 2025, la infraestructura vial no presentó grietas ni deformaciones, confirmando su eficacia.

Este desarrollo toma relevancia dada la magnitud del problema que representan los residuos de turbinas eólicas. Según datos de 2023 del Laboratorio Nacional de Energías Renovables (NREL) de Estados Unidos, se estima que entre 3,000 y 9,000 palas de turbinas se retirarán anualmente en dicho país en un plazo de cinco años, y la cifra podría alcanzar entre 10,000 y 20,000 anuales hasta 2040. Este desafío no es exclusivo de Estados Unidos, ya que Europa y China también enfrentan un incremento en el desmantelamiento de estas estructuras debido al creciente uso de energía eólica. Cabe destacar que China está desarrollando la turbina más grande del mundo, con una capacidad de generación de 26 MW y un diámetro de pala de 310 metros, lo que subraya la necesidad de encontrar soluciones sostenibles para este tipo de residuos.

El nuevo método chino de reciclaje se suma a otros esfuerzos tecnológicos destacados, como los de empresas como Global Fiberglass Solutions, que convierte las palas en pellets plásticos reforzados para reutilización, o Veolia, que emplea las palas trituradas como sustituto del carbón y otros materiales en hornos de cemento. En paralelo, distintas investigaciones trabajan en opciones como resinas químicas que se disuelvan rápidamente y plásticos reciclables termoplásticos, con el objetivo de facilitar el reciclaje de estos materiales compuestos. Las palas de turbinas eólicas suelen tener una vida útil de 20 a 25 años, y su longitud puede superar los 100 metros, lo que las convierte en uno de los objetos desmontados más grandes y difíciles de desechar del mundo.


Sin embargo, la complejidad del reciclaje de palas de turbinas eólicas reside en su estructura, diseñada para soportar condiciones extremas de uso durante dos o tres décadas. Estas cualidades, que hacen que las palas sean duraderas y resistentes en su función original, son las mismas que presentan un reto considerable al tratar de procesarlas para otros usos. El avance del Instituto de Física Química de Lanzhou aporta una solución concreta y viable ante este desafío.


El éxito temprano de este enfoque, aplicado a la autopista Qingfu en Lanzhou, podría sentar las bases para ampliar su implementación a mayor escala, ayudando a mitigar el impacto ambiental de estos materiales. Aunque queda un camino por recorrer para su adopción global, el proyecto muestra cómo la reutilización de residuos industriales puede convertirse en una opción sostenible y rentable en el contexto de la construcción y la infraestructura.

Algo Curioso

PODRÍA INTERESARTE
 

No tienes acceso

Necesitas una membresía para acceder al contenido de este sitio.
Por favor Regístrate o Ingresa