Científicos de la Universidad de Edimburgo han hecho un avance significativo en el campo de la tecnología verde al emplear bacterias para extraer metales raros de baterías viejas y equipos electrónicos desechados. Este proceso es esencial para la producción de vehículos eléctricos, turbinas eólicas y paneles solares, los cuales dependen de metales como litio, cobalto y manganeso.
Las bacterias empleadas son cepas naturales capaces de sintetizar nanopartículas de metales como parte de su proceso de detoxificación. El equipo ha logrado extraer metales en varias etapas específicas utilizando estas bacterias. En la primera etapa, se extrajo manganeso; posteriormente, se procedió a la extracción de níquel y litio. Finalmente, se utilizó otra cepa de bacteria para extraer cobalto y níquel, completando así el ciclo de extracción.
La dependencia de metales raros representa un problema considerable, ya que China controla la mayor parte del suministro y procesamiento de estos elementos. Frente a esta realidad, el equipo de Edimburgo busca desarrollar una economía circular que permita reutilizar estos minerales, reduciendo así la cantidad de desechos electrónicos. Además, con la legislación futura, será obligatorio el uso de metales reciclados en la fabricación de dispositivos de tecnología verde.
De cara al futuro, el equipo planea demostrar que los metales extraídos por medio de estas bacterias pueden ser utilizados en la creación de nuevas baterías y dispositivos. También se prevé el uso de versiones genéticamente editadas de las bacterias para aumentar la eficiencia en la extracción de metales. Este abordaje innovador podría ser fundamental para alcanzar los objetivos de sostenibilidad y reducir la dependencia de recursos no renovables durante la próxima década.
Las implicaciones de este trabajo no sólo son ambientales sino también económicas, ya que el reciclaje de metales raros podría disminuir significativamente los costos de producción de tecnologías verdes. El proceso de utilización de bacterias para extraer metales no es completamente nuevo; se conoce como "biominería" y ha sido utilizado en la industria minera para extraer cobre y oro, pero su aplicación para reciclar metales de baterías y dispositivos electrónicos es una innovación reciente.