Un hombre de 41 años residente en California se sometió a un trasplante de hígado debido a una cirrosis causada por hepatitis B. El órgano fue donado por un hombre de 63 años que había fallecido a consecuencia de un derrame cerebral. Las pruebas de laboratorio previas al trasplante no mostraron signos de cáncer en el donante.
Sin embargo, una autopsia realizada al donante después de la cirugía reveló la presencia de un adenocarcinoma pulmonar metastásico, un tipo de cáncer de pulmón que se había extendido al área del pecho. Diez meses después de la operación, el receptor del órgano comenzó a presentar síntomas de cáncer, como dolor abdominal, vómitos y sensación de saciedad. Estos síntomas aparecieron a pesar de que una tomografía computarizada realizada seis semanas antes no mostraba signos de cáncer.
Los análisis posteriores confirmaron que el receptor había desarrollado el mismo tipo de cáncer que el donante. Debido a esto, se realizó un segundo trasplante de hígado de emergencia tan solo siete días después de que se verificara el diagnóstico de cáncer en el donante original. A pesar del nuevo trasplante y de recibir un tratamiento quimioterapéutico, el paciente presentó complicaciones adicionales un mes después del diagnóstico, incluyendo acumulación de líquido y un coágulo de sangre en las piernas. Fue ingresado en el hospital y falleció 24 horas después.
El análisis de las células tumorales del receptor y del donante reveló similitudes sorprendentes, confirmando que el cáncer se originó en el primer donante. Este caso es el primer informe en la literatura médica sobre la transmisión de cáncer de donante a receptor, incluso después de la extracción del órgano original y un segundo trasplante.
Este caso específico ha sido reportado por el Daily Mail como uno de los pocos en Estados Unidos donde se ha documentado la transferencia de cáncer entre donantes y receptores de órganos. Los médicos indicaron que las células tumorales habían escapado del hígado trasplantado a la circulación general una semana después de la cirugía.
Un estudio en ResearchGate menciona un caso similar donde una mujer de 50 años recibió un trasplante de pulmón y, al descubrirse que el donante tenía dos malignidades primarias, fue sometida a una retransplantación de emergencia. Esto resalta la importancia de una vigilancia cuidadosa post-trasplante y la necesidad de una intervención inmediata ante la identificación de malignidades en donantes.
La incidencia de transmisión de cáncer a través de trasplantes de órganos es baja, pero este y otros casos documentados subrayan la necesidad de aumentar las precauciones. Casos esporádicos de transmisión de cáncer a través de trasplantes incluyen tipos como cáncer de mama, colon, hígado, pulmón, melanoma, ovario, próstata y renal.