La justicia venezolana ha cerrado el caso del asesinato del reconocido rapero Canserbero, cuyo nombre real era Tirone González, con la condena de cinco cómplices adicionales. El crimen, ocurrido en 2015 y enmarcado durante años como un homicidio-suicidio, fue reabierto en diciembre de 2023, revelando que se trató de un asesinato.
Natalia Améstica, quien fuera la ex manager del artista, y su hermano, Guillermo Améstica, fueron condenados en febrero de 2024 a 25 años de prisión, al ser considerados autores materiales del asesinato de Canserbero y su amigo Carlos Molnar. Esta semana, otros cinco implicados en el caso recibieron penas contundentes. Gilbert Cruz, Edgar Trillo, Teresa Pinto, Solangela Mendoza y Marcos Pratolongo fueron sentenciados a penas que oscilan entre los 15 y 20 años de prisión por los delitos de “obstrucción a la justicia”, “asociación para delinquir” y “homicidio” en “grado de complicidad”.
El asesinato de Canserbero se cometió mediante la administración de benzodiacepinas para sedarlo, seguido por varias apuñaladas. El móvil del crimen se remonta a un desacuerdo por el pago de una gira en Argentina y Chile, llevada a cabo en diciembre de 2014, la cual Natalia y Guillermo Améstica afirmaron haber financiado. Luego del homicidio, Guillermo Améstica, con la colaboración de tres funcionarios del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (Sebin), manipuló la escena del crimen para simular un homicidio-suicidio.
El proceso investigativo incluyó más de 150 diligencias y ha sido catalogado por el fiscal general, Tarek William Saab, como una prioridad personal. Además, la Fiscalía de Venezuela está investigando a Leandro Áñez, conocido en el ámbito musical como KPU, por presuntos delitos de plagio y falsa atestación ante funcionario público, por haber registrado las obras de Canserbero como propias y cobrado regalías, excluyendo a los herederos del artista.
Canserbero, quien es considerado uno de los raperos más influyentes de la historia del género en América Latina, dejó un legado musical notable con álbumes como "Vida" (2010), "Muerte" (2012) y "Apa y Can" (2013). Su trágica muerte y las implicaciones legales del caso han resonado profundamente en la sociedad venezolana.