El 18 de diciembre de 2024, un avance histórico en la lucha por la verdad y justicia se dio en la Comuna 13 de Medellín. Tras más de 20 años de lucha incansable, las víctimas de desaparición forzada celebraron el hallazgo de restos humanos en La Escombrera, el mayor cementerio clandestino a cielo abierto de Colombia, ubicado en la zona alta de la comuna San Javier.
Este descubrimiento, realizado por la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) y la Unidad de Búsqueda de Personas Desaparecidas (UBPD), desmiente las versiones que negaban la existencia de cuerpos en la zona, un hallazgo que pone en evidencia la indiferencia y el abandono que las familias de las víctimas han sufrido por parte de las autoridades durante años.
Uno de los testimonios más contundentes es el de Luz Helena Galeano, quien lleva 16 años buscando a su esposo, desaparecido en 2007 en la misma comuna. “No estábamos locas, hemos dicho la verdad”, afirmó Galeano, quien recordó cómo, durante la administración de Federico Gutiérrez entre 2016 y 2019, las autoridades locales, apoyadas por estudios de la empresa española Falcon High Tech, aseguraron que en La Escombrera no había cuerpos. A pesar de los esfuerzos y denuncias de las víctimas, las excavaciones se detuvieron en ese periodo, un obstáculo que, según las familias, impidió que la verdad saliera a la luz mucho antes.
“Él (Gutiérrez) se inventó y trajo unos españoles que dijeron que no era necesario buscar aquí porque los georadares mostraron que no había cuerpos. Hoy estamos demostrando que siempre hemos tenido la razón”, expresó Luz Helena, con un tono de firmeza que resalta la frustración por años de desdén y negación por parte de la administración de Gutiérrez.
La Comuna 13, un territorio históricamente marcado por la violencia, sufrió especialmente durante la Operación Orión en 2002, cuando fuerzas militares y paramilitares se desplegaron en la zona, dejando un saldo de desapariciones forzadas y asesinatos injustificados. La operación dejó familias destrozadas y una población temerosa, mientras que las autoridades locales negaban sistemáticamente la existencia de cuerpos en La Escombrera, el cual se considera un vertedero de víctimas de la violencia de aquellos años.
Durante la primera administración de Gutiérrez (2016-2019), las excavaciones en La Escombrera fueron interrumpidas, a pesar de que los testimonios de las víctimas y los informes sobre los crímenes cometidos en la comuna seguían acumulándose. Fue en este periodo cuando los estudios de la empresa Falcon High Tech, contratada por la Alcaldía, concluyeron que no había cuerpos en el lugar, una conclusión que ahora se desmiente con los nuevos hallazgos.
El papel del actual alcalde, Federico Gutiérrez, vuelve a estar bajo escrutinio. A pesar de que el proceso de excavación fue retomado en 2022 tras la intervención de la JEP, la solicitud de las víctimas es clara: que la búsqueda no se detenga y que la administración de Gutiérrez, en su segundo mandato, no repita los errores del pasado.
“El alcalde tiene la obligación de continuar con las investigaciones. En su primera administración, él fue quien detuvo la búsqueda y nos tildaron de locas. Este hallazgo es la prueba de que siempre dijimos la verdad”, insistió Galeano.
Este avance en la búsqueda de justicia no solo representa un hito para las víctimas de la Comuna 13, sino también un recordatorio de la deuda histórica que las autoridades, incluida la actual administración, tienen con las familias de las víctimas. Las investigaciones continúan y la esperanza de encontrar más restos persiste, mientras las voces de las víctimas siguen exigiendo que se haga justicia y se reconozca la magnitud de la violencia ocurrida en la Comuna 13.
Luz Helena Galeano y otras mujeres de la Comuna 13, quienes por años fueron ignoradas y desoídas, hoy celebran este primer paso en la recuperación de la memoria histórica. Sin embargo, su lucha continúa, esperando que esta vez las autoridades no fallen en su compromiso con la verdad y la reparación.