Investigaciones recientes han sugerido que tanto los crucigramas como los videojuegos de acción pueden tener una influencia positiva considerable en las habilidades cognitivas. Un estudio publicado en "The Guardian" el 21 de diciembre de 2024, por Hannah Devlin, destaca el caso de Miriam Raphael, una veterana de 98 años en la competencia de crucigramas, quien atribuye su agudeza mental a esta actividad.
Este estudio, que incluyó a más de 9,000 participantes, identificó que las elecciones de estilo de vida, como jugar juegos de mesa y resolver crucigramas, son predictores significativos de habilidades cognitivas superiores. De hecho, actividades como la resolución de acertijos y lecturas frecuentes pueden retrasar la aparición de la demencia hasta cinco años, con quienes participan en acertijos mostrando una función cerebral equivalente a personas diez años más jóvenes.
Ampliando el análisis, el artículo "A design for life: Predicting cognitive performance from lifestyle choices" (Un diseño para la vida: Predicción del rendimiento cognitivo a partir de las elecciones de estilo de vida )publicado por Emily S. Nichols, Georgia Nelson, Conor J. Wild y Adrian M. Owen en NCBI el 16 de abril de 2024, evaluó a 9,443 participantes (5,954 mujeres, 3,407 hombres, 82 otros) de un total de 40,105 registrados. Según este estudio, diversos factores como la frecuencia de juegos de mesa, crucigramas, videojuegos, ejercicio, dieta, y contacto social pueden explicar el 9% de la varianza en puntajes de memoria a corto plazo, el 8% en razonamiento y el 7% en habilidades verbales.
Por otro lado, estudios enfocados en videojuegos de acción, como los publicados en Scientific American por Daphne Bavelier y C. Shawn Green, han demostrado que los jugadores de estos juegos mejoran significativamente en habilidades como la atención, la velocidad de reacción y la capacidad de multitarea. Se ha observado que los jugadores pueden mejorar sus tiempos de reacción en más del 10% con la práctica regular. Además, los videojuegos de acción resultaron más efectivos que los juegos de "entrenamiento cerebral" en la mejora de la cognición.
Estos hallazgos fueron respaldados por un artículo en Scientific Daily que estableció que los videojuegos de acción no solo mejoran la atención visual, la sensibilidad al contraste y la rotación mental de objetos, sino que también pueden ser utilizados como herramientas terapéuticas para mejorar la atención y reducir la distracción en poblaciones clínicas.
Mientras que estudios apuntan a beneficios cognitivos claros, se reconoce la complejidad de la relación entre estas actividades y la agilidad mental. Aunque es evidente una conexión, no se han identificado mecanismos biológicos específicos que expliquen cómo los acertijos o los videojuegos podrían prevenir la demencia. Además, es posible que las personas que destacan en estas actividades ya posean una predisposición natural hacia habilidades cognitivas superiores.
En suma, estos estudios sugieren que involucrarse en actividades cognitivamente estimulantes como resolver crucigramas o jugar videojuegos de acción puede contribuir significativamente a mantener la salud mental y retrasar el deterioro cognitivo, lo que brinda nuevas perspectivas sobre la importancia de las elecciones de estilo de vida en el bienestar cerebral.