El 23 de abril de 2025, en el municipio de Olaya Herrera, Nariño, las autoridades colombianas capturaron a alias Chemba, identificado por organismos de inteligencia como el principal reclutador de menores de la Segunda Marquetalia, reconocida estructura criminal bajo el mando de Iván Márquez. La acción, en la que participaron efectivos de la Fuerza de Tarea Hércules, la Armada Nacional y la Policía Nacional, representa un golpe estratégico tras más de una década de actividades ilegales de Chemba dentro de la organización.
Durante la intervención, a Chemba se le decomisó un revólver calibre 38 y 25 cartuchos, armamento que, según la investigación, sería utilizado para operaciones armadas en la zona. La trayectoria de Chemba en la Segunda Marquetalia incluyó la coordinación de rutas de narcotráfico, la organización de actos terroristas y la articulación de las redes de apoyo de la estructura Alfonso Cano.
🕠📢 #LaPrimeraDelDía | Capturado alias Chemba, cabecilla de la Segunda Marquetalia en Olaya Herrera, #Nariño.
— Ejército Nacional de Colombia (@COL_EJERCITO) April 23, 2025
Durante una operación conjunta, tropas de la Fuerza de Tarea Hércules de @Ejercito_Div3, @ArmadaColombia y @PoliciaColombia lograron la captura en flagrancia de alias… pic.twitter.com/LutWIQ3yqN
Desde noviembre de 2024, las autoridades documentaron el reclutamiento de 16 menores bajo sus órdenes. En operaciones militares recientes, cuatro de estos menores han sido recuperados, mientras que los organismos de seguridad continúan labores de búsqueda para rescatar a los 12 restantes.
El coronel Jaison Gómez Pérez detalló que Chemba utilizaba tácticas de engaño y amenazas sobre familias indígenas para incorporar a niños, niñas y adolescentes a la subestructura Alfonso Cano, donde eran sometidos a entrenamientos para reforzar las filas del grupo armado ilegal.
Chemba quedó a disposición de las autoridades competentes y enfrentará cargos por fabricación, tráfico y porte de armas de fuego. Esta captura se enmarca en las acciones oficiales destinadas a combatir el fenómeno del reclutamiento forzado de menores por grupos armados ilegales, que en 2024 afectó a por lo menos 533 niños y adolescentes en Colombia, con especial impacto en comunidades indígenas afectadas por la violencia.