El reciente nombramiento de Robert F. Kennedy Jr. como líder del Departamento de Salud y Servicios Humanos (HHS) por parte del presidente Donald Trump ha generado una ola de preocupación en la comunidad de salud pública. Kennedy, conocido por su postura crítica hacia las farmacéuticas y su promoción de tratamientos alternativos como el cannabis y los psicodélicos, ha sido una figura controvertida en el ámbito médico.
Kennedy ha sido un crítico vocal de la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA), acusándola de "supresión agresiva de los psicodélicos". Ha expresado su desconfianza hacia las grandes farmacéuticas y ha manifestado en su podcast que Estados Unidos es "el país más enfermo del mundo", atribuyendo esta situación a un sistema que se centra en "píldoras y pociones" en vez de en la salud completa y el fortalecimiento del sistema inmunológico.
Durante su campaña presidencial independiente, Kennedy se opuso firmemente a medicamentos como el Adderall y los antidepresivos ISRS. Entre sus promesas destacó la legalización del cannabis, con el objetivo de utilizar los ingresos fiscales de esta medida para financiar “granjas de bienestar” destinadas a tratar adicciones, incluyendo la dependencia de medicamentos psiquiátricos. Estas propuestas han generado inquietud entre los pacientes que dependen de estos medicamentos, preocupados por una posible criminalización.
Kennedy no cuenta con experiencia en salud pública gubernamental y ha sido criticado por difundir teorías de conspiración, como la desacreditada afirmación de que las vacunas causan autismo. Reshma Ramachandran, de la Universidad de Yale, ha señalado que la postura de Kennedy podría desequilibrar decisiones regulatorias importantes debido a su notoria falta de respeto hacia la evidencia científica.
En 2020, la FDA decidió retirar la hidroxicloroquina como tratamiento para COVID-19 debido a preocupaciones de seguridad y falta de pruebas que respaldaran su efectividad. Más recientemente, en 2023, la FDA rechazó la terapia asistida con MDMA presentada por Lykos Therapeutics para tratar el trastorno de estrés postraumático (PTSD), citando efectos adversos ocultos durante los ensayos clínicos. Kennedy ha criticado fuertemente estas decisiones, argumentando que son resultado de una colusión entre la FDA y la industria farmacéutica.
La comparación de Kennedy con figuras de Silicon Valley, como Elon Musk, destaca su enfoque innovador y potencialmente riesgoso hacia los psicodélicos. Aunque Kennedy promueve estos tratamientos como soluciones para los problemas de salud mental, expertos advierten que se necesita una investigación más rigurosa antes de su aprobación y aplicación generalizada.
El nombramiento de Kennedy al HHS plantea la posibilidad de un giro significativo en la política de salud pública de Estados Unidos. Su visión alternativa y crítica al establishment médico abre un debate sobre el equilibrio entre la exploración de nuevos tratamientos y la adherencia a prácticas basadas en la evidencia científica.