En noviembre de 2024, la economía de Argentina ha logrado avances significativos en diversos indicadores, aunque persisten serios retos en áreas como el empleo y el poder adquisitivo. Según los datos recientes, el riesgo país ha disminuido a 745 puntos, representando una caída de casi un tercio desde niveles anteriores. Paralelamente, los bonos locales han experimentado un alza del 16% en promedio durante el mes de noviembre.
El índice bursátil Merval ha visto un incremento notable, duplicando su valor en dólares de 961 dólares en diciembre de 2023 a 1.961 dólares esta semana. Este crecimiento refleja un aumento en la confianza de los inversores, impulsada en parte por la disminución de la inflación mensual del 25% en diciembre pasado a un 2,7% en octubre de 2024. Asímismo, el superávit fiscal proyectado para fin de año sería el primero en 16 años, marcando un hito en la gestión económica del país.
No obstante, la situación también se caracteriza por la elevada carga de deuda y los compromisos financieros pendientes. Argentina se enfrenta a vencimientos de deuda que suman aproximadamente 17.000 millones de dólares en 2025, y la deuda pública total se ha incrementado más de 90.000 millones de dólares en lo que va del año, alcanzando los 462.000 millones de dólares.
En cuanto a las reservas del Banco Central, estas se han visto fortalecidas gracias a una amnistía fiscal que ha generado el ingreso de más de 20.000 millones de dólares. Pese a estos ingresos, las dificultades económicas para la mayor parte de la población han empeorado, con una tasa de pobreza que ha subido 11 puntos hasta alcanzar el 52,9% de la población, y una indigencia que ha aumentado al 18%. Además, el salario mínimo real ha disminuido en un 28% entre noviembre de 2023 y octubre de 2024, situándose en 271.571 pesos, aproximadamente 270 dólares.
El consumo general ha decrecido alrededor de un 17% interanual, siendo notablemente afectado el sector de alimentos y bebidas. Las críticas a las políticas económicas implementadas no se han hecho esperar. Algunos economistas cuestionan la sostenibilidad del superávit fiscal anunciado, argumentando que no se contemplan los intereses de la deuda pública creciente. También señalan que la apreciación del peso argentino frente al dólar y el atraso cambiario están afectando la competitividad de la industria nacional.
Aunque los mercados perciben un ambiente positivo y ciertos sectores específicos han comenzado a recuperarse, los expertos advierten que la materialización de inversiones productivas lleva tiempo. En resumen, mientras que los datos de los mercados muestran optimismo, la realidad socioeconómica de la población argentina permanece bajo presión.
Los desafíos ante la administración de Javier Milei son notables, y los próximos meses serán cruciales para evaluar si las medidas implementadas tienen un impacto sostenido y profundo en la vida de los ciudadanos.