Aunque Angela Merkel se retiró de la política activa en 2021, su sombra sigue siendo alargada en las elecciones generales de Alemania este mes. La ex canciller, que gobernó el país durante 16 años, se ha convertido en un tema central de la campaña, con partidos de todos los espectros intentando distanciarse de su legado, que muchos votantes ahora cuestionan.
Merkel, una vez considerada la líder más popular de su generación, enfrenta un creciente escrutinio por decisiones clave durante su mandato, desde la crisis migratoria de 2015 hasta la dependencia energética de Rusia y la desaceleración económica. Estas políticas han dejado una huella profunda en Alemania, y los candidatos actuales las utilizan como punto de referencia para criticar o justificar sus propias propuestas.
Uno de los temas más controvertidos es la decisión de Merkel en 2015 de abrir las fronteras a más de un millón de refugiados, principalmente de Siria, Afganistán y otros países en conflicto. Aunque en su momento fue elogiada por su humanidad, la medida ha generado una fuerte reacción en sectores de la población, alimentando el ascenso del partido de ultraderecha Alternativa para Alemania (AfD), que ahora ocupa el segundo lugar en las encuestas.
"La decisión de Merkel fue un shock para Alemania, y todavía estamos lidiando con las consecuencias", dijo Cornelia Woll, presidenta de la Hertie School en Berlín. "Es justo preguntarse si mordimos más de lo que podíamos masticar".
Aunque estudios económicos muestran que los inmigrantes han contribuido al crecimiento de Alemania, la integración ha sido un desafío. Incidentes de violencia cometidos por inmigrantes en los últimos años han avivado el malestar entre los votantes, llevando a muchos partidos a adoptar un discurso más duro sobre la migración.
Otra crítica recurrente es la decisión de Merkel de cerrar las centrales nucleares de Alemania y aumentar la dependencia del gas ruso. Esta política, que en su momento fue vista como un compromiso con la transición energética, ha sido señalada como una de las causas de la crisis energética que enfrenta el país tras la invasión rusa de Ucrania en 2022.
Además, economistas y líderes empresariales han criticado a Merkel por no invertir lo suficiente en infraestructura y por apostar fuertemente por la globalización, una estrategia que ha perdido fuerza en un mundo cada vez más proteccionista. "Alemania se encuentra en una crisis de competitividad, y parte de la responsabilidad recae en las políticas de Merkel", dijo un alto ejecutivo industrial en una reciente entrevista.
A pesar de las críticas, Merkel ha defendido su legado con firmeza. En su autobiografía Libertad, publicada a finales del año pasado, la ex canciller admitió algunos errores, pero en general se mantuvo firme en sus decisiones. "Un canciller no debe disculparse demasiado, pero tampoco debe evitar hacerlo cuando es necesario", escribió.
Sin embargo, sus intervenciones recientes en la campaña, especialmente sus críticas al candidato de la Unión Demócrata Cristiana (CDU), Friedrich Merz, han generado controversia. Merz, un rival de larga data de Merkel, ha intentado distanciarse de su legado, calificando sus políticas migratorias como "equivocadas" y prometiendo un cambio de rumbo.
Con las elecciones a la vuelta de la esquina, el legado de Merkel sigue siendo un tema divisivo. Mientras algunos la recuerdan como una líder pragmática que guió a Alemania a través de múltiples crisis, otros la ven como responsable de muchos de los problemas actuales del país. Lo que está claro es que, aunque Merkel ya no está en el poder, su influencia sigue siendo innegable en la política alemana.
"Ella realmente no reconoce sus errores", dijo Stefan Meister, experto en política exterior. "Eso es, para mí, crucial".
Mientras los alemanes se preparan para votar, una cosa es segura: Angela Merkel puede haber dejado el cargo, pero su legado sigue muy presente en la papeleta.