En un operativo sin precedentes, más de 100 agentes de la policía belga ejecutaron 21 registros el 13 de marzo de 2025 como parte de una investigación que acusa a la empresa tecnológica china Huawei de sobornar a eurodiputados para influir en decisiones políticas en el Parlamento Europeo. Las acciones, realizadas en Bruselas, Flandes, Valonia y Portugal, también incluyeron la detención de varios sospechosos en Bélgica y Francia, con al menos un arresto llevado a cabo mediante una orden de detención europea. Asimismo, las oficinas de dos asistentes parlamentarios en el Parlamento fueron clausuradas tras encontrarse evidencias que los implicarían en los hechos investigados.
Las acusaciones giran en torno a "corrupción activa", "falsificación de documentos" y blanqueo de dinero, presuntamente llevados a cabo por una organización criminal desde 2021 hasta la fecha. Según la investigación, representantes de Huawei habrían ofrecido regalos recurrentes, como cenas caras, viajes y entradas a eventos deportivos, a cambio de influir en decisiones parlamentarias que promovieran los intereses de la compañía.
Hasta ahora, se contabilizan al menos 15 eurodiputados, tanto actuales como de legislaturas anteriores, bajo investigación directa. Este escándalo se produce en un contexto de mayor atención a la influencia de intereses externos sobre las instituciones europeas, desencadenado tras el caso "Qatargate" en 2022, donde funcionarios europeos fueron acusados de aceptar sobornos por parte de Qatar.
La presidenta del Parlamento Europeo, Roberta Metsola, fue informada de inmediato de los registros y del cierre de oficinas relacionadas con el caso. En un comunicado, aseguró el pleno apoyo de la institución hacia las autoridades belgas, mientras continúa una investigación en profundidad.
En el curso de los registros, la policía incautó documentos y objetos relacionados con los presuntos delitos de corrupción, los cuales están siendo analizados por los fiscales para esclarecer el esquema delictivo. Se descubrió, además, que los pagos mediante intermediarios eran realizados para ocultar su origen ilícito, lo cual apunta a un esquema cuidadosamente planeado y ejecutado durante los últimos cuatro años.
Huawei, por su parte, se ha pronunciado sobre las acusaciones, declarando que la empresa mantiene una "política de tolerancia cero" frente a la corrupción y que cooperará plenamente con las investigaciones en curso.
La gravedad del caso ha llevado a intensos llamados dentro del Parlamento Europeo para implementar reformas que refuercen la transparencia y prevengan la corrupción en el futuro. Este evento refleja la urgente necesidad de proteger a las instituciones europeas contra la influencia indebida de actores extranjeros.
El caso de sobornos a Huawei se enmarca en un esquema similar al llamado "Qatargate", que en 2022 desató un debate generalizado sobre la corrupción en las instituciones europeas. Entre ambos casos, se continúan señalando patrones repetitivos de influencia de actores internacionales en Europa.