Ciencia

Agujeros Negros Supermasivos están Frenando la Formación Estelar del Universo

Investigaciones recientes han revelado que los agujeros negros supermasivos en los centros galácticos están impidiendo la formación de nuevas estrellas, causando un "galacticidio" que podría alterar radicalmente la estructura y composición del universo.

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Agujeros Negros Supermasivos están Frenando la Formación Estelar del Universo

Investigaciones recientes han revelado que los agujeros negros supermasivos en los centros galácticos están impidiendo la formación de nuevas estrellas, causando un "galacticidio" que podría alterar radicalmente la estructura y composición del universo.

"La actividad de los agujeros negros influye dramáticamente en la capacidad de las galaxias para formar nuevas estrellas"

- Afirma el astrónomo Pablo G. Pérez González.

11/10/2024

El universo se enfrenta a un proceso de declive estelar, donde galaxias, incluida nuestra Vía Láctea, están perdiendo la capacidad de formar nuevas estrellas a un ritmo significativo. Según las observaciones actuales, solo el 10% del gas presente en el cosmos se ha transformado en estrellas, mientras que la masa en forma de planetas es mil veces menor que la masa total de gas disponible. Los expertos atribuyen este fenómeno a la poderosa influencia de los agujeros negros supermasivos situados en los centros de las galaxias.

Cada galaxia se cree que alberga un agujero negro supermasivo. A pesar de su tamaño relativamente pequeño, tienen un impacto desproporcionado en su entorno. Por ejemplo, el agujero negro en el centro de la Vía Láctea es más pequeño que la órbita de Venus, pero su influencia sobre el gas interestelar impide la formación de nuevas estrellas, un proceso que ha sido denominado "galacticidio".

Cuando el material se aproxima a un agujero negro, forma un disco de acreción que puede emitir luz con una intensidad comparable o incluso superior a la de toda la galaxia. Este fenómeno se observa con frecuencia en los núcleos galácticos activos (AGN). Estos AGN también expulsan material a velocidades cercanas a la de la luz, generando chorros que pueden extenderse a distancias de decenas a más de un centenar de veces el tamaño de la Vía Láctea.

Un hallazgo reciente en la galaxia GS10578 ha proporcionado evidencia directa del impacto de los agujeros negros supermasivos en la salud de las galaxias. Se ha detectado gas frío siendo expulsado de esta galaxia moribunda, que posee una masa comparable a la de la Vía Láctea y se formó cuando el universo tenía solo el 15% de su edad actual. Este descubrimiento subraya cómo los agujeros negros pueden agotar el gas necesario para la formación estelar.

Uno de los objetivos clave del telescopio espacial James Webb es la búsqueda de pruebas sobre cómo los agujeros negros afectan la formación estelar. Este telescopio ha sido fundamental en la recopilación de datos sobre galaxias en declive, ayudando a los astrónomos a comprender mejor estos fenómenos.

El estudio de los agujeros negros y su influencia en las galaxias es crítico para entender el futuro del universo. A medida que las galaxias agotan su capacidad para formar nuevas estrellas, el universo se dirige hacia un estado en el que las estrellas brillantes serán cada vez más escasas, transformando radicalmente su estructura y composición.

Algo Curioso
Los agujeros negros, a pesar de su influencia destructiva, son fundamentales para la formación de estructuras cosmológicas y el equilibrio del universo tal como lo conocemos.

"La actividad de los agujeros negros influye dramáticamente en la capacidad de las galaxias para formar nuevas estrellas"

- Afirma el astrónomo Pablo G. Pérez González.

Oct 11, 2024
Colglobal News

El universo se enfrenta a un proceso de declive estelar, donde galaxias, incluida nuestra Vía Láctea, están perdiendo la capacidad de formar nuevas estrellas a un ritmo significativo. Según las observaciones actuales, solo el 10% del gas presente en el cosmos se ha transformado en estrellas, mientras que la masa en forma de planetas es mil veces menor que la masa total de gas disponible. Los expertos atribuyen este fenómeno a la poderosa influencia de los agujeros negros supermasivos situados en los centros de las galaxias.

Cada galaxia se cree que alberga un agujero negro supermasivo. A pesar de su tamaño relativamente pequeño, tienen un impacto desproporcionado en su entorno. Por ejemplo, el agujero negro en el centro de la Vía Láctea es más pequeño que la órbita de Venus, pero su influencia sobre el gas interestelar impide la formación de nuevas estrellas, un proceso que ha sido denominado "galacticidio".

Cuando el material se aproxima a un agujero negro, forma un disco de acreción que puede emitir luz con una intensidad comparable o incluso superior a la de toda la galaxia. Este fenómeno se observa con frecuencia en los núcleos galácticos activos (AGN). Estos AGN también expulsan material a velocidades cercanas a la de la luz, generando chorros que pueden extenderse a distancias de decenas a más de un centenar de veces el tamaño de la Vía Láctea.

Un hallazgo reciente en la galaxia GS10578 ha proporcionado evidencia directa del impacto de los agujeros negros supermasivos en la salud de las galaxias. Se ha detectado gas frío siendo expulsado de esta galaxia moribunda, que posee una masa comparable a la de la Vía Láctea y se formó cuando el universo tenía solo el 15% de su edad actual. Este descubrimiento subraya cómo los agujeros negros pueden agotar el gas necesario para la formación estelar.

Uno de los objetivos clave del telescopio espacial James Webb es la búsqueda de pruebas sobre cómo los agujeros negros afectan la formación estelar. Este telescopio ha sido fundamental en la recopilación de datos sobre galaxias en declive, ayudando a los astrónomos a comprender mejor estos fenómenos.

El estudio de los agujeros negros y su influencia en las galaxias es crítico para entender el futuro del universo. A medida que las galaxias agotan su capacidad para formar nuevas estrellas, el universo se dirige hacia un estado en el que las estrellas brillantes serán cada vez más escasas, transformando radicalmente su estructura y composición.

El universo se enfrenta a un proceso de declive estelar, donde galaxias, incluida nuestra Vía Láctea, están perdiendo la capacidad de formar nuevas estrellas a un ritmo significativo. Según las observaciones actuales, solo el 10% del gas presente en el cosmos se ha transformado en estrellas, mientras que la masa en forma de planetas es mil veces menor que la masa total de gas disponible. Los expertos atribuyen este fenómeno a la poderosa influencia de los agujeros negros supermasivos situados en los centros de las galaxias.

Cada galaxia se cree que alberga un agujero negro supermasivo. A pesar de su tamaño relativamente pequeño, tienen un impacto desproporcionado en su entorno. Por ejemplo, el agujero negro en el centro de la Vía Láctea es más pequeño que la órbita de Venus, pero su influencia sobre el gas interestelar impide la formación de nuevas estrellas, un proceso que ha sido denominado "galacticidio".

Cuando el material se aproxima a un agujero negro, forma un disco de acreción que puede emitir luz con una intensidad comparable o incluso superior a la de toda la galaxia. Este fenómeno se observa con frecuencia en los núcleos galácticos activos (AGN). Estos AGN también expulsan material a velocidades cercanas a la de la luz, generando chorros que pueden extenderse a distancias de decenas a más de un centenar de veces el tamaño de la Vía Láctea.

Un hallazgo reciente en la galaxia GS10578 ha proporcionado evidencia directa del impacto de los agujeros negros supermasivos en la salud de las galaxias. Se ha detectado gas frío siendo expulsado de esta galaxia moribunda, que posee una masa comparable a la de la Vía Láctea y se formó cuando el universo tenía solo el 15% de su edad actual. Este descubrimiento subraya cómo los agujeros negros pueden agotar el gas necesario para la formación estelar.

Uno de los objetivos clave del telescopio espacial James Webb es la búsqueda de pruebas sobre cómo los agujeros negros afectan la formación estelar. Este telescopio ha sido fundamental en la recopilación de datos sobre galaxias en declive, ayudando a los astrónomos a comprender mejor estos fenómenos.

El estudio de los agujeros negros y su influencia en las galaxias es crítico para entender el futuro del universo. A medida que las galaxias agotan su capacidad para formar nuevas estrellas, el universo se dirige hacia un estado en el que las estrellas brillantes serán cada vez más escasas, transformando radicalmente su estructura y composición.

Algo Curioso
Los agujeros negros, a pesar de su influencia destructiva, son fundamentales para la formación de estructuras cosmológicas y el equilibrio del universo tal como lo conocemos.

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