Phoebe Plummer, de 23 años, y Anna Holland, de 22, fueron condenadas por daños criminales tras arrojar sopa de tomate sobre la famosa pintura "Girasoles" de Vincent van Gogh en octubre de 2022. La National Gallery de Londres fue el escenario de este incidente, que además incluyó que ambas activistas se pegaran las manos a la pared debajo de la obra.
El juez Christopher Hehir del Southwark Crown Court dictó sentencia: Plummer fue condenada a dos años y tres meses de prisión, mientras que Holland recibió una condena de 20 meses. Aunque la pintura no sufrió daños gracias a la protección de un cristal, el marco del siglo XVII, valorado en £28,000, resultó dañado con un costo de reparación estimado en £10,000.
Durante el juicio las activistas fueron declaradas culpables. El juez Hehir criticó la falta de consideración por el valor cultural de la obra, subrayando que la acción podría haber causado daños serios si la sopa hubiera filtrado a través del vidrio protector.
Plummer, quien decidió representarse a sí misma, aceptó la sentencia alegando que su protesta era una cuestión de democracia. La acción formaba parte de una serie de protestas organizadas por Just Stop Oil, un grupo que busca presionar al gobierno británico para que actúe con más rapidez frente a la crisis climática.
En junio de 2024, otros cinco miembros de Just Stop Oil fueron condenados a penas de entre cuatro y cinco años de prisión por planear protestas que bloquearon la autopista M25 alrededor de Londres.
La National Gallery confirmó que la pintura no sufrió daños y reiteró su compromiso con la preservación del arte. Este incidente ha generado un debate sobre el valor del arte frente a la urgencia de la acción climática. Los "Girasoles" de Van Gogh son una de las obras más icónicas del artista y forman parte de una serie de pinturas realizadas en 1888 y 1889, consideradas algunos de sus trabajos más importantes.