Los combates en la frontera entre Colombia y Venezuela han provocado un aumento significativo en el número de desplazados colombianos hacia Venezuela. Desde el pasado sábado, decenas de ciudadanos han cruzado la frontera huyendo del conflicto armado entre el Ejército de Liberación Nacional (ELN) y las disidencias de las FARC en la región del Catatumbo. Este desplazamiento se ha intensificado, con familias enteras llegando al poblado de Casigua El Cubo, en el municipio Semprún, Estado de Zulia, Venezuela.
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El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados ha comenzado un censo en la zona, mientras que el Gobierno de Nicolás Maduro ha desplegado apoyo militar para atender la situación. El canciller venezolano, Yván Gil, anunció la implementación de un operativo de asistencia humanitaria para las familias colombianas que han llegado del departamento del Catatumbo, en Norte de Santander. Además, la atención se ha extendido al municipio García de Hevia, en el Estado de Táchira, cercano a Cúcuta, Colombia.
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La violencia en la región ha dejado más de 80 muertos en cinco días de combates, que estallaron el pasado jueves entre el ELN y el Estado Mayor Central, una de las disidencias de las FARC. El Catatumbo, una región pobre y selvática, incluye los municipios de Ábrego, Convención, El Carmen, El Tarra, Hacarí, La Playa, San Calixto, Sardinata, Teorama y Tibú, que limitan con Semprún en Venezuela.
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Venezuela ha sido un país garante en las negociaciones con el ELN, aunque estas están actualmente suspendidas. La crisis política en torno a la legitimidad de Nicolás Maduro ha complicado la situación, ya que Colombia no reconoce los resultados de las elecciones que dieron a Maduro un tercer mandato. Los recientes enfrentamientos han llevado al presidente colombiano, Gustavo Petro, a suspender nuevamente las negociaciones de paz con el ELN, afirmando que el grupo armado “no tiene ninguna voluntad de paz” y que sus acciones en el Catatumbo constituyen “crímenes de guerra”.