El 3 de mayo de 2023, la sociedad serbia se vio sacudida por un tiroteo en una escuela primaria en Belgrado que dejó a nueve estudiantes y un guardia de seguridad muertos. Dado que el autor del ataque era un niño de 13 años, la responsabilidad penal recayó sobre sus padres, Vladimir y Miljana Kecmanovic. Ambos fueron recientemente sentenciados por un tribunal de Belgrado tras un juicio que se llevó a cabo a puerta cerrada durante 11 meses.
Vladimir Kecmanovic recibió una condena de 14 años y seis meses de prisión. El tribunal determinó que había entrenado a su hijo para disparar, no asegurado adecuadamente sus armas y municiones, y permitió que el niño escondiera una pistola y 92 balas en su mochila, las cuales utilizó luego para llevar a cabo el ataque. Se le declaró culpable de cometer delitos graves contra la seguridad pública, de negligencia y de abuso de un menor.
Por su parte, Miljana Kecmanovic fue hallada culpable de negligencia y abuso de un menor y recibió una condena de tres años de prisión. Sin embargo, fue absuelta de los cargos de producción, posesión, transporte o tráfico no autorizado de armas. Tras el fallo, Miljana permanece en libertad hasta que el veredicto sea definitivo.
El instructor del campo de tiro, a donde supuestamente Vladimir Kecmanovic llevaba a su hijo para practicar tiro, también fue condenado. Recibió una sentencia de un año y tres meses de prisión. Tanto la fiscalía como la defensa han anunciado sus intenciones de apelar las sentencias. El fiscal jefe, Nenad Stefanović, manifestó que buscarán penas más severas para el padre y el instructor de tiro, así como apelarán la absolución parcial de Miljana Kecmanovic.
El niño que cometió el tiroteo ha sido internado en una institución psiquiátrica y testificó en el caso contra sus padres el 8 de octubre, en una sala de alta seguridad. Este tipo de sala se utiliza generalmente para casos de crimen organizado y crímenes de guerra.
La tragedia no quedó aislada. Pocos días después del incidente en la escuela, Serbia se enfrentó a otro tiroteo masivo a manos de un joven de 21 años, quien mató a nueve personas a unos 60 km al sur de Belgrado. El atacante fue condenado este mes a 20 años de prisión, la pena máxima debido a su edad.
Estos eventos han llevado a protestas antigubernamentales en Serbia, congregando a decenas de miles de personas que exigen la renuncia de ciertos funcionarios y el fin de la promoción de la violencia y la cultura mafiosa en los medios de comunicación. Como respuesta, el gobierno serbio ha declarado los días 3 y 4 de mayo como Días de Recuerdo por las víctimas de los tiroteos masivos.
Afligidos, los familiares de las víctimas asistieron a la sentencia y mostraron signos visibles de dolor. Estudiantes de varias escuelas de Belgrado rindieron homenaje dejando flores frente al tribunal y guardando un minuto de silencio en memoria de las víctimas.