Según una investigación encargada por Material Focus y realizada por Opinium, se estima que en el Reino Unido se desechan más de un millón de vapes al día, lo que equivale a trece vapes cada segundo. Este problema ha sido catalogado como una "pesadilla ambiental".
La investigación indica que actualmente se compran tres millones de vapes de gran tamaño, conocidos como “big puff”, cada semana. Estos dispositivos contienen hasta 6,000 inhalaciones por unidad, en contraste con los vapes de un solo uso que promedian 600 inhalaciones. Sin embargo, se desechaban o reciclaban incorrectamente alrededor de 8.2 millones de vapes semanalmente.
Ante esta situación crítica, desde junio de 2025 será ilegal la venta de vapes de un solo uso en el Reino Unido. Solo se permitirán dispositivos recargables o aquellos que contengan cartuchos recargables, con el fin de combatir el daño ambiental y el uso generalizado de estos productos entre los menores.
Todos los vapes contienen baterías de iones de litio, que presentan riesgos considerables si se dañan o aplastan. Dichas baterías pueden provocar incendios en camiones de basura o centros de reciclaje. En 2023, los incendios causados por estos dispositivos aumentaron un 71% en comparación con 2022. Además, los vapes contienen materiales valiosos como litio y cobre, que terminan en la basura, desperdiciando recursos que podrían tener otros usos. Material Focus estima que los vapes desechados anualmente podrían suministrar energía a 10,127 vehículos eléctricos.
El impacto ambiental de los vapes también se extiende a la vida silvestre, ya que son tóxicos si se desechan inadecuadamente. El grupo de campaña ambiental está instando a la implementación de sistemas de devolución en tiendas y proponiendo un sistema de licencias para la venta de estos dispositivos. También se requiere una mayor concienciación y educación sobre cómo reciclar adecuadamente los vapes.
Scott Butler, director ejecutivo de Material Focus, destacó que los productores de vapes están siendo creativos para eludir la próxima prohibición de los desechables. Butler subrayó la necesidad de que la reciclabilidad de los vapes sea tan accesible como su compra. Él abogó por la creación de más puntos de reciclaje accesibles y visibles, así como por un financiamiento adecuado por parte de minoristas y productores para soluciones de reciclaje efectivas que no solo recuperen materiales valiosos, sino que también gestionen los riesgos de incendio.