El presidente de Colombia, Gustavo Petro, advirtió públicamente el pasado 18 de febrero de 2025 que narcotraficantes planean asesinarlo mediante el ataque directo al avión presidencial con dos misiles que, según afirmó, ya habrían sido adquiridos y están listos para ser utilizados. Estas declaraciones fueron emitidas durante el acto de posesión del nuevo director de la Policía Nacional, lo que le dio un tono de gravedad y urgencia a la denuncia.
Durante su intervención, Petro señaló que el motivo tras este supuesto plan sería la ofensiva que su administración ha emprendido contra las mafias del narcotráfico en Colombia. En sus propias palabras, declaró: "Me quieren tumbar rápidamente porque saben que estamos tras las grandes mafias de Colombia".
Esta acusación se suma a otras advertencias similares que el mandatario ha emitido desde que asumió la presidencia en 2022. En septiembre de 2024, Petro había informado sobre otro presunto intento de atentado, en el cual un vehículo cargado con explosivos sería detonado en un evento público al que él asistiera. En aquel momento, Francisco Palmieri, embajador de Estados Unidos en Colombia, confirmó la "preocupación real" sobre dicho atentado, basada en información compartida por la agencia antidrogas estadounidense (DEA).
Petro también insinuó que la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN) podría estar implicada en estos ataques, calificándola como “una de las grandes mafias de Colombia”. Esta acusación se presenta en un contexto de intensa violencia en la región del Catatumbo, un epicentro de actividad de grupos armados donde, sólo en el último mes, se registraron más de 100 asesinatos y cerca de 80,000 personas desplazadas a causa de enfrentamientos.
Otro señalamiento lanzado por el presidente involucra a las disidencias de las FARC lideradas por Iván Mordisco, acusándolas de colaborar con mafias mexicanas para contratar francotiradores con el objetivo de asesinarlo. Por su parte, Mordisco negó estas imputaciones y exigió pruebas que las sustenten.
Además, Petro mencionó el uso de tecnologías emergentes como parte de los intentos por atentar contra su vida. Relató el caso de un dron que, según él, fue dirigido intencionadamente al aeropuerto de Catam, en Bogotá, donde se estrelló tras volar a baja altura, lo que calificó como un incidente relacionado con planes en su contra.
Por otro lado, la reacción de la oposición ha sido categórica. Críticos del presidente han tachado sus declaraciones de “incendiarias” y desprovistas de fundamentos, exigiendo que se presenten pruebas concretas para corroborar estas graves acusaciones. Hasta el momento, ninguna evidencia sólida ha sido compartida públicamente para respaldar estos señalamientos. Mientras tanto, el Ministerio de Defensa continúa con las investigaciones iniciadas en 2024, en un esfuerzo por esclarecer cualquier amenaza real al mandatario. El presidente Petro no solo ha denunciado amenazas, sino que también menciona el uso de drones en su contra, lo que conecta estas afirmaciones con una tendencia global en el uso de tecnologías no tripuladas para fines militares y, en casos excepcionales, terroristas.