El 23 de marzo de 2025, un ataque de las fuerzas israelíes en el distrito de Tel al-Sultan, en Rafah, Gaza, dejó un trágico saldo de 15 paramédicos y trabajadores de rescate palestinos asesinados. Entre las víctimas se encontraban ocho empleados de la Media Luna Roja Palestina, seis miembros de la Defensa Civil de Gaza y un trabajador de la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en Oriente Próximo (UNRWA). Según la Oficina de Asuntos Humanitarios de la ONU (OCHA), los equipos de rescate fueron atacados mientras intentaban asistir a colegas heridos tras un bombardeo.
El ataque se produjo mientras los trabajadores humanitarios utilizaban vehículos marcados como ambulancias. Sin embargo, militares israelíes afirmaron que los vehículos se acercaron "sospechosamente" y que no estaban identificados, una declaración que ha sido refutada por testigos y la Media Luna Roja, quienes aseguraron que los vehículos estaban claramente identificados para su uso humanitario. Tras ser abatidos, los cuerpos de los trabajadores de rescate fueron enterrados en una fosa común por las tropas israelíes.
La ONU denunció que algunos de los fallecidos mostraban signos de haber sido atados antes de ser asesinados, y que los asistentes fueron ejecutados "uno por uno" en lo que ha sido descrito como un episodio de brutalidad sin precedentes. Este acto se suma al contexto de una ofensiva militar renovada por parte de Israel en Gaza, iniciada el 18 de marzo de 2025. Desde el comienzo de este nuevo episodio de conflicto, más de 1,060 trabajadores de la salud han perdido la vida, incluidos más de 100 miembros de la Defensa Civil.
La gravedad del ataque ha provocado enérgicas denuncias por parte de organizaciones humanitarias. La Media Luna Roja Palestina calificó el incidente como el ataque más mortal contra su personal desde 2017. Los cuerpos de las víctimas fueron recuperados el 30 de marzo de 2025, después de que las fuerzas israelíes permitieran el acceso al área. Según los testimonios, los cadáveres fueron encontrados en avanzado estado de descomposición y apilados unos sobre otros. En el lugar también se encontró evidencia de vehículos de emergencia enterrados bajo la arena.
Este suceso ha sido catalogado por la comunidad internacional y múltiples organizaciones humanitarias como una violación grave del derecho internacional humanitario, que exige la protección de trabajadores sanitarios y civiles durante enfrentamientos bélicos. Los eventos en Gaza han intensificado la preocupación global por las condiciones de seguridad en la región y han elevado las tensiones entre las partes involucradas en el conflicto.
Este ataque es considerado el más mortífero contra trabajadores de la Media Luna Roja Palestina desde el año 2017, reflejando un aumento continuo de los riesgos enfrentados por el personal humanitario en territorio de conflicto.