Marine Le Pen, figura principal de la extrema derecha en Francia y líder del partido Reagrupación Nacional (RN), ha sido condenada por un tribunal francés en un caso de malversación que involucra fondos del Parlamento Europeo. El fallo del tribunal supone un duro revés para sus aspiraciones políticas y la posiciona, junto con su partido, en el centro de un escándalo político sin precedentes.
La sentencia revela el desvío de más de 4.5 millones de euros destinados a asistentes parlamentarios entre 2004 y 2016. Según la corte, Le Pen dirigió estos fondos hacia trabajadores del partido que no realizaban labores relacionadas con el Parlamento Europeo, configurando un esquema clasificado como "empleos ficticios". A nivel personal, se le atribuyó la responsabilidad de haber malversado 474,000 euros durante su etapa como eurodiputada.
El tribunal dictaminó una pena de cuatro años de prisión, dos de ellos suspendidos, mientras que los otros dos deberán cumplirse mediante el uso de un brazalete electrónico. Además, se le impuso una multa de 100,000 euros y se determinó su inhabilitación para ocupar cargos públicos durante cinco años, medida que se aplica de forma inmediata e incluso si decide apelar la decisión judicial.
En el caso también están implicados 24 coacusados, entre ellos nueve exmiembros del Parlamento Europeo y sus respectivos asistentes, quienes habrían actuado de manera coordinada para defraudar a los fondos públicos europeos. La corte calificó este esquema como de "magnitud sin precedentes" debido a las pérdidas generadas para las instituciones comunitarias.
La reacción inmediata desde la extrema derecha no se hizo esperar. Jordan Bardella, sucesor de Le Pen al frente del RN, condenó el fallo al considerarlo un ataque directo contra la democracia francesa, y añadió que representa una maniobra para desestabilizar al partido. Marine Le Pen, visiblemente frustrada, abandonó la sala del tribunal antes de que se anunciara oficialmente la sentencia.
En el ámbito político, esta condena tiene serias implicaciones para los planes electorales del RN. Le Pen, considerada una posible favorita para las elecciones presidenciales de 2027, queda fuera de cualquier posibilidad de candidatura. Esto abre la puerta al liderazgo de Bardella como candidato oficial del partido, en un contexto marcado por un creciente apoyo a los movimientos de extrema derecha en el país.
Además de las multas personales y la sentencia contra Le Pen, el tribunal impuso una sanción financiera de dos millones de euros al RN. No obstante, la multa podría reducirse a un millón de euros si el partido no reincide en este tipo de prácticas ilegales.
Este fallo judicial no solo desestabiliza las aspiraciones de Marine Le Pen, quien en tres ocasiones anteriores ha disputado la presidencia, sino que también saca a la luz graves irregularidades en la gestión de los fondos públicos por parte del RN, planteando interrogantes sobre el futuro del partido y su impacto en la política francesa.