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Irán repudia la presión de EE. UU. y rechaza amenazas de Trump sobre su programa nuclear tras advertencia de acción militar

El líder supremo de Irán, Ayatollah Ali Khamenei, rechazó las amenazas militares del presidente estadounidense Donald Trump y cuestionó las tácticas de presión en su intento por negociar el programa nuclear iraní. Este enfrentamiento marca un nuevo punto álgido en las tensas relaciones entre ambos países tras el restablecimiento de sanciones por parte de EE. UU. y el aumento del enriquecimiento de uranio por Irán.

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Irán repudia la presión de EE. UU. y rechaza amenazas de Trump sobre su programa nuclear tras advertencia de acción militar

El líder supremo de Irán, Ayatollah Ali Khamenei, rechazó las amenazas militares del presidente estadounidense Donald Trump y cuestionó las tácticas de presión en su intento por negociar el programa nuclear iraní. Este enfrentamiento marca un nuevo punto álgido en las tensas relaciones entre ambos países tras el restablecimiento de sanciones por parte de EE. UU. y el aumento del enriquecimiento de uranio por Irán.

“Las potencias han establecido expectativas que no se cumplirán. Nosotros no negociamos bajo máxima presión”

– Declaró Ali Khamenei, líder supremo de Irán.

9/3/2025

El 8 de marzo de 2025, el líder supremo de Irán, Ayatollah Ali Khamenei, criticó públicamente las amenazas del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, quien advirtió a Irán de posibles acciones militares si no accede a renegociar su programa nuclear. Esta declaración sigue a una carta enviada por Trump el 7 de marzo, en la que ofrecía a Irán dos opciones: resolver el conflicto mediante un acuerdo negociado o enfrentar una respuesta militar. El presidente estadounidense aseguró que prefería la vía diplomática, aunque mantenía abierta la posibilidad de una intervención militar.

En su discurso, Khamenei desestimó la carta de Trump como una medida intimidatoria y calificó sus demandas como "poco sabias". El líder iraní reiteró que su nación no cederá ante políticas de máxima presión, refiriéndose a las sanciones económicas reimpuestas por la administración de Trump desde que asumió nuevamente la presidencia en enero de 2025. Estas medidas, que incluyen restricciones a sectores clave de la economía iraní, surgieron tras la retirada de EE. UU. en 2018 del Plan de Acción Integral Conjunto (JCPOA, por sus siglas en inglés), el acuerdo nuclear firmado en 2015 entre Irán y las principales potencias mundiales.

Según el ministro de Relaciones Exteriores iraní, Abbas Araghchi, Irán oficialmente no recibió la carta de Trump, aunque había escuchado informes al respecto. Paralelamente, Khamenei lanzó críticas hacia las potencias europeas, específicamente el Reino Unido, Francia y Alemania, acusándolas de incumplir los compromisos del JCPOA mientras exigen a Irán que respete los términos del pacto. Esto demuestra una creciente desconfianza hacia los actores internacionales que originalmente formaron parte del acuerdo nuclear.

Desde la salida de EE. UU. del JCPOA, Irán ha incrementado significativamente su enriquecimiento de uranio, alcanzando niveles cercanos al umbral necesario para la fabricación de un arma nuclear. De acuerdo con funcionarios estadounidenses, este avance técnico permitiría a Irán desarrollar un arma nuclear en cuestión de semanas si así lo decidiera. Sin embargo, el gobierno iraní sostiene que su programa nuclear tiene fines pacíficos, en línea con un decreto religioso emitido por Khamenei que prohíbe la producción y el uso de armas nucleares.

El contexto actual refleja un acelerado deterioro en las relaciones diplomáticas entre Irán y EE. UU., alimentado por las medidas coercitivas adoptadas por Washington y la negativa de Teherán a ceder frente a las sanciones. Ali Khamenei reiteró que la nación iraní no permitirá que otros países dicten su agenda política o tecnológica, calificando a algunos Estados como "matones" que buscan imponer su dominio bajo el pretexto de la diplomacia.

La postura de Irán se mantiene firme en contra de nuevas negociaciones bajo presión, mientras que EE. UU. plantea opciones limitadas para resolver las tensiones. Las acusaciones cruzadas entre ambos países sobre incumplimientos y demandas unilaterales añaden complejidad a la situación, dejando en el aire cualquier posibilidad de solución inmediata.

El JCPOA, firmado en 2015, fue el resultado de más de una década de negociaciones entre Irán y un grupo de seis potencias mundiales, y representó uno de los logros diplomáticos encabezados por la administración de Barack Obama antes de su desmantelamiento por la administración de Trump.

Algo Curioso

“Las potencias han establecido expectativas que no se cumplirán. Nosotros no negociamos bajo máxima presión”

– Declaró Ali Khamenei, líder supremo de Irán.

Mar 9, 2025
Colglobal News

El 8 de marzo de 2025, el líder supremo de Irán, Ayatollah Ali Khamenei, criticó públicamente las amenazas del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, quien advirtió a Irán de posibles acciones militares si no accede a renegociar su programa nuclear. Esta declaración sigue a una carta enviada por Trump el 7 de marzo, en la que ofrecía a Irán dos opciones: resolver el conflicto mediante un acuerdo negociado o enfrentar una respuesta militar. El presidente estadounidense aseguró que prefería la vía diplomática, aunque mantenía abierta la posibilidad de una intervención militar.

En su discurso, Khamenei desestimó la carta de Trump como una medida intimidatoria y calificó sus demandas como "poco sabias". El líder iraní reiteró que su nación no cederá ante políticas de máxima presión, refiriéndose a las sanciones económicas reimpuestas por la administración de Trump desde que asumió nuevamente la presidencia en enero de 2025. Estas medidas, que incluyen restricciones a sectores clave de la economía iraní, surgieron tras la retirada de EE. UU. en 2018 del Plan de Acción Integral Conjunto (JCPOA, por sus siglas en inglés), el acuerdo nuclear firmado en 2015 entre Irán y las principales potencias mundiales.

Según el ministro de Relaciones Exteriores iraní, Abbas Araghchi, Irán oficialmente no recibió la carta de Trump, aunque había escuchado informes al respecto. Paralelamente, Khamenei lanzó críticas hacia las potencias europeas, específicamente el Reino Unido, Francia y Alemania, acusándolas de incumplir los compromisos del JCPOA mientras exigen a Irán que respete los términos del pacto. Esto demuestra una creciente desconfianza hacia los actores internacionales que originalmente formaron parte del acuerdo nuclear.

Desde la salida de EE. UU. del JCPOA, Irán ha incrementado significativamente su enriquecimiento de uranio, alcanzando niveles cercanos al umbral necesario para la fabricación de un arma nuclear. De acuerdo con funcionarios estadounidenses, este avance técnico permitiría a Irán desarrollar un arma nuclear en cuestión de semanas si así lo decidiera. Sin embargo, el gobierno iraní sostiene que su programa nuclear tiene fines pacíficos, en línea con un decreto religioso emitido por Khamenei que prohíbe la producción y el uso de armas nucleares.

El contexto actual refleja un acelerado deterioro en las relaciones diplomáticas entre Irán y EE. UU., alimentado por las medidas coercitivas adoptadas por Washington y la negativa de Teherán a ceder frente a las sanciones. Ali Khamenei reiteró que la nación iraní no permitirá que otros países dicten su agenda política o tecnológica, calificando a algunos Estados como "matones" que buscan imponer su dominio bajo el pretexto de la diplomacia.

La postura de Irán se mantiene firme en contra de nuevas negociaciones bajo presión, mientras que EE. UU. plantea opciones limitadas para resolver las tensiones. Las acusaciones cruzadas entre ambos países sobre incumplimientos y demandas unilaterales añaden complejidad a la situación, dejando en el aire cualquier posibilidad de solución inmediata.

El JCPOA, firmado en 2015, fue el resultado de más de una década de negociaciones entre Irán y un grupo de seis potencias mundiales, y representó uno de los logros diplomáticos encabezados por la administración de Barack Obama antes de su desmantelamiento por la administración de Trump.

El 8 de marzo de 2025, el líder supremo de Irán, Ayatollah Ali Khamenei, criticó públicamente las amenazas del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, quien advirtió a Irán de posibles acciones militares si no accede a renegociar su programa nuclear. Esta declaración sigue a una carta enviada por Trump el 7 de marzo, en la que ofrecía a Irán dos opciones: resolver el conflicto mediante un acuerdo negociado o enfrentar una respuesta militar. El presidente estadounidense aseguró que prefería la vía diplomática, aunque mantenía abierta la posibilidad de una intervención militar.

En su discurso, Khamenei desestimó la carta de Trump como una medida intimidatoria y calificó sus demandas como "poco sabias". El líder iraní reiteró que su nación no cederá ante políticas de máxima presión, refiriéndose a las sanciones económicas reimpuestas por la administración de Trump desde que asumió nuevamente la presidencia en enero de 2025. Estas medidas, que incluyen restricciones a sectores clave de la economía iraní, surgieron tras la retirada de EE. UU. en 2018 del Plan de Acción Integral Conjunto (JCPOA, por sus siglas en inglés), el acuerdo nuclear firmado en 2015 entre Irán y las principales potencias mundiales.

Según el ministro de Relaciones Exteriores iraní, Abbas Araghchi, Irán oficialmente no recibió la carta de Trump, aunque había escuchado informes al respecto. Paralelamente, Khamenei lanzó críticas hacia las potencias europeas, específicamente el Reino Unido, Francia y Alemania, acusándolas de incumplir los compromisos del JCPOA mientras exigen a Irán que respete los términos del pacto. Esto demuestra una creciente desconfianza hacia los actores internacionales que originalmente formaron parte del acuerdo nuclear.

Desde la salida de EE. UU. del JCPOA, Irán ha incrementado significativamente su enriquecimiento de uranio, alcanzando niveles cercanos al umbral necesario para la fabricación de un arma nuclear. De acuerdo con funcionarios estadounidenses, este avance técnico permitiría a Irán desarrollar un arma nuclear en cuestión de semanas si así lo decidiera. Sin embargo, el gobierno iraní sostiene que su programa nuclear tiene fines pacíficos, en línea con un decreto religioso emitido por Khamenei que prohíbe la producción y el uso de armas nucleares.

El contexto actual refleja un acelerado deterioro en las relaciones diplomáticas entre Irán y EE. UU., alimentado por las medidas coercitivas adoptadas por Washington y la negativa de Teherán a ceder frente a las sanciones. Ali Khamenei reiteró que la nación iraní no permitirá que otros países dicten su agenda política o tecnológica, calificando a algunos Estados como "matones" que buscan imponer su dominio bajo el pretexto de la diplomacia.

La postura de Irán se mantiene firme en contra de nuevas negociaciones bajo presión, mientras que EE. UU. plantea opciones limitadas para resolver las tensiones. Las acusaciones cruzadas entre ambos países sobre incumplimientos y demandas unilaterales añaden complejidad a la situación, dejando en el aire cualquier posibilidad de solución inmediata.

El JCPOA, firmado en 2015, fue el resultado de más de una década de negociaciones entre Irán y un grupo de seis potencias mundiales, y representó uno de los logros diplomáticos encabezados por la administración de Barack Obama antes de su desmantelamiento por la administración de Trump.

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