El incidente tuvo lugar en la intersección de las calles 17 y F NW, en Washington D.C., a metros de la Casa Blanca, aproximadamente a la medianoche del 8 de marzo de 2025. Andrew Dawson, de 27 años, originario de Indiana, fue identificado como el sospechoso. Según informes previos, había sido catalogado por las autoridades locales de su estado como una persona suicida que probablemente había viajado a la capital del país.

La confrontación inició cuando agentes del Servicio Secreto localizaron el vehículo en el que Dawson viajaba en las cercanías. Al aproximarse, el hombre brandió un arma, lo que llevó a que los oficiales dispararan contra él. Tras el enfrentamiento, Dawson fue trasladado de inmediato a un hospital cercano. Sin embargo, al momento de emitirse esta información, su condición sigue siendo desconocida. Ninguno de los agentes del Servicio Secreto resultó herido en el altercado.

Cabe destacar que el presidente Donald Trump no se encontraba en la Casa Blanca en el momento del incidente, ya que estaba en su residencia privada en Mar-a-Lago, Florida. Por disposición oficial, la investigación sobre el uso de la fuerza y las circunstancias del tiroteo está siendo llevada a cabo por el Departamento de Policía Metropolitana de Washington, que supervisa las intervenciones policiales de este tipo en el Distrito de Columbia.

Por otro lado, el Servicio Secreto se encontraba al tanto de la llegada de Andrew Dawson a Washington D.C., pues la policía local de Indiana había compartido información señalando preocupaciones respecto a su bienestar mental. La agencia indicó en un comunicado oficial que la acción de disparar ocurrió luego de que el sospechoso amenazara directamente a los agentes con un arma.

Este incidente ha generado amplia cobertura mediática y ha reavivado debates sobre temas de salud mental y seguridad en zonas de alta vigilancia. Las autoridades continúan recopilando pruebas y analizando los eventos para esclarecer todas las variables involucradas.

La Casa Blanca y sus alrededores son monitoreados constantemente por varias agencias de seguridad, incluidas cámaras y patrullas permanentes, como parte de las medidas extremas de protección hacia el presidente y la sede del gobierno de EE.UU.