México atraviesa momentos de tensión desde la imposición de aranceles del 25% por parte del expresidente de los Estados Unidos, Donald Trump, hacia importaciones mexicanas. Esta medida, puesta en vigor al inicio del martes, provocó que el sentimiento nacionalista mexicano se intensificara, manifestándose tanto en la esfera política como en el ámbito empresarial.

La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, quien ha liderado este momento crítico, ha manejado un discurso que combina defensa de la soberanía mexicana con la promoción de un diálogo cooperativo con el gobierno estadounidense. Bajo una bandera mexicana gigante durante un evento del Día de la Bandera el mes pasado, Sheinbaum expresó la firmeza del país y aseguró que "México no se doblegará ante gobiernos extranjeros".

Uno de los puntos clave en la respuesta a los aranceles ha sido la reactivación de la campaña "Hecho en México", un esfuerzo gubernamental que busca fomentar el consumo interno y destacar la manufactura nacional. Instituciones como Walmart México, la empresa privada con mayor número de empleados en el país (200,000 trabajadores), han participado activamente al introducir el sello "orgullosamente Hecho en México" en sus puntos de venta. Grupo Modelo, fabricante de las cervezas Corona y Modelo, también se sumó al movimiento al anunciar que incorporará tapas con el distintivo.

Ante la medida estadounidense, algunos mexicanos han optado por boicotear productos y marcas provenientes de Estados Unidos, a la vez que promueven el consumo de bienes locales. Mientras tanto, Sheinbaum aparece constantemente en los medios locales, junto a oficiales del ejército o bajo la monumental bandera mexicana, posicionándose como una figura central del patriotismo y unidad nacional. Esta estrategia, junto con su manejo de otras problemáticas como el combate al narcotráfico, ha elevado sus índices de aprobación al 80%, según encuestas recientes.

El acuerdo que permitió retrasar los aranceles durante 30 días incluyó compromisos significativos. México desplegó 10,000 efectivos adicionales de la Guardia Nacional en sus fronteras para controlar el flujo de migrantes y fentanilo hacia Estados Unidos. A cambio, el gobierno de Trump prometió acciones para frenar la entrada ilícita de armas a México.

Históricamente, las tácticas de Trump han utilizado los aranceles como herramienta de negociación. En su primer mandato, este enfoque llevó a la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte, que resultó en la firma del acuerdo Estados Unidos–México–Canadá (T-MEC) en 2020. Sin embargo, las tensiones ahora amenazan con una posible guerra comercial entre México y Estados Unidos, algo que preocupa a expertos como Agustín Barrios Gómez, miembro del Consejo Mexicano de Relaciones Exteriores, quien señaló que los conflictos arancelarios podrían perjudicar tanto a la economía mexicana como estadounidense.

Otro aspecto de la política binacional es el flujo migratorio. Según datos recientes, la cantidad de migrantes cruzando ilegalmente la frontera desde México ha disminuido a niveles sin precedentes desde que Trump asumió la presidencia, debido principalmente a las acciones preventivas implementadas por el gobierno mexicano en meses anteriores. Además, en el marco de la lucha contra el narcotráfico, México extraditó recientemente a casi 30 miembros clave de los cárteles hacia Estados Unidos, en lo que representa una de las mayores entregas de criminales de este tipo en la historia.

Las encuestas muestran un claro incremento en la percepción negativa de Trump en México. Según datos de Buendía & Marquéz, el porcentaje de mexicanos con opiniones negativas sobre el expresidente estadounidense creció del 66% al 80% entre enero y febrero. A pesar de las tensiones, Trump ha calificado a Sheinbaum como una "mujer maravillosa", en contraste con sus críticas hacia el primer ministro canadiense Justin Trudeau.

La estrategia económica de Sheinbaum para contrarrestar la dependencia de Estados Unidos incluye la revitalización del "Plan México", que busca convertir al país en una de las 10 principales economías del mundo (actualmente es la 15ª según el FMI). El sello "Hecho en México", creado en 1978 y revivido en múltiples ocasiones, es un pilar de esta estrategia, reforzando la identidad nacional en una etapa de incertidumbre económica derivada de las medidas arancelarias.