El artículo de The Guardian revela que Intelligencer, un sitio web pro-Rusia, ha experimentado un significativo crecimiento, aumentando en un 300 % su tráfico de internet durante agosto de 2024. Este incremento ha sido impulsado en gran medida por exasesores de Donald Trump, incluyendo a George Papadopoulos y su esposa, Simona Mangiante. Este sitio se ha centrado en difundir teorías de conspiración desacreditadas sobre la guerra en Ucrania, fraude electoral y vacunas.
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Casi la mitad de los miembros de la junta editorial de Intelligencer son exasesores o electores falsos de las campañas de Trump, lo que subraya las fuertes conexiones políticas del sitio. Los principales creadores de contenido en este portal son George Eliason y Trevor Fitzgibbon, quienes regularmente publican artículos que promueven teorías de conspiración. Un artículo de Eliason arremetió contra los legisladores que votaron a favor de un paquete de ayuda de 61 mil millones de dólares para Ucrania, calificándolos de "reprehensibles".
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La estructura de propiedad de Intelligencer es opaca y no hay evidencia directa de financiamiento del Kremlin, aunque solo se proporciona una dirección comercial en Los Ángeles. A nivel internacional, uno de los miembros de la junta, Anna Soroka, es asesora de Leonid Pasechnik, líder de la autoproclamada República Popular de Luhansk, quien fue sancionado por EE. UU. en febrero de 2023.
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Simona Mangiante y Igor Lopatonok están trabajando en un documental titulado *Hunter’s Laptop: Requiem for Ukraine*, que se estrenó el 5 de septiembre en el hotel Trump International en Chicago, ampliando así la difusión de mensajes y narrativas pro-Rusia.
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En paralelo, el Departamento de Justicia de EE. UU. ha acusado a dos miembros de RT, anteriormente conocida como Russia Today, de violar la Ley de Registro de Agentes Extranjeros (FARA) y de lavado de dinero, en relación con pagos realizados para reclutar influenciadores estadounidenses.
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Intelligencer se ha posicionado como un canal clave para la desinformación pro-Rusia en el contexto de las elecciones de 2024 en Estados Unidos, utilizando una red de figuras de la extrema derecha y tácticas de desinformación. Esta situación refleja cómo las estrategias de desinformación de Rusia han evolucionado, ahora basándose en influenciadores y proxies para propagar su mensaje.