Un estudio reciente del Centro de Investigación Climática Internacional (CICERO) en Noruega advierte que hasta el 70% de la población mundial podría enfrentarse a cambios climáticos extremos en las próximas dos décadas. Este pronóstico alarmante se basa en modelos que sugieren que, si las emisiones de gases de efecto invernadero continúan en su trayectoria actual, aproximadamente 5.5 mil millones de personas sufrirán los efectos de fenómenos climáticos severos.
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El estudio, publicado en la revista *Nature Geoscience*, detalla las proyecciones y escenarios posibles. En el caso más optimista, con reducciones drásticas e inmediatas en las emisiones, aproximadamente 1.5 mil millones de personas aún podrían verse afectadas. Sin embargo, dada la actual tendencia de emisiones, este escenario se considera poco probable por los científicos.
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El informe identifica un incremento notable en la frecuencia e intensidad de los eventos climáticos extremos, tales como olas de calor, sequías, inundaciones y tormentas. Estos fenómenos ya han comenzado a manifestarse: en 2022, Pakistán fue testigo de una severa ola de calor seguida de inundaciones sin precedentes que impactaron a millones de personas.
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Particularmente preocupantes son las regiones tropicales y subtropicales, donde reside la mayor parte de la población mundial. Estos lugares experimentarán cambios drásticos en las precipitaciones y temperaturas, exponiéndolos a una mayor vulnerabilidad. Los cambios en las precipitaciones, junto con el aumento de temperaturas extremas, exacerbarán la frecuencia de sequías e inundaciones, contribuyendo a la pérdida de cultivos y afectando directamente la seguridad alimentaria.
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El pronóstico de CICERO destaca que, sin acción para mitigar las emisiones, se anticipa un aumento en la mortalidad, daños significativos a la infraestructura y una reducción en los rendimientos agrícolas. Se proyecta que los cambios en el clima se desarrollarán más rápidamente de lo observado hasta ahora, aumentando la probabilidad de ocurrencia simultánea de múltiples eventos extremos.
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Ante este panorama, los investigadores subrayan la urgencia de desarrollar estrategias tanto para mitigar las emisiones como para adaptarse a las nuevas condiciones climáticas. Incluso en escenarios de bajas emisiones, la adaptabilidad será crucial para enfrentar condiciones sin precedentes.
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La necesidad de acción y preparación resaltada en este estudio no solo se enfoca en la mitigación por medio de la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero, sino también en la evolución de políticas y planes que permitan la adaptación de las comunidades más vulnerables a este inminente desafío climático. El término "rayos secos" se refiere a rayos que ocurren sin lluvia, los cuales suelen desencadenar incendios forestales más intensos y difíciles de controlar. Estos son cada vez más frecuentes bajo condiciones de sequía.