La evacuación de personas de Líbano, que comenzó el 23 de septiembre de 2024 tras una intensa campaña de bombardeos israelíes, ha tomado un giro inusual. Ante la congestión en las vías tradicionales de escape, algunas personas han optado por salir del país en yates de lujo, a un costo de US$ 1,800 por persona. Uno de los principales yates utilizados, el "Princess 2010" de 24 metros de largo y valorado en US$ 1.3 millones, ha sido clave en estas operaciones.
‍

Desde el inicio de la evacuación, se han realizado aproximadamente 30 viajes utilizando dos embarcaciones, cada una con capacidad de transportar a 15 personas. Esta opción ha sido necesario debido a la operatividad parcial del aeropuerto de Beirut, donde solo la aerolínea nacional, Middle East Airlines, está funcionando. Las embajadas han tenido que organizar vuelos chárter para evacuar a sus ciudadanos.
‍

En la misma línea de esfuerzos, Grecia envió un avión militar C-130 para evacuar a 60 ciudadanos griegos y chipriotas. La situación en tierra es aún más desesperada, con más de 300,000 personas cruzando a Siria en los últimos 10 días. Sin embargo, el cruce principal a Siria, Masnaa, también fue bombardeado por Israel, lo que ha complicado drásticamente las evacuaciones terrestres.
‍

Las cifras de víctimas revelan la magnitud de la crisis: cerca de 2,000 personas han muerto y más de 9,000 han resultado heridas desde el inicio de los bombardeos. Además, más de 1 millón de personas han sido desplazadas, lo que pone una presión inmensa sobre los sistemas de ayuda humanitaria y las infraestructuras de evacuación.
‍

A pesar de las dificultades, las evacuaciones continúan. Hasta el momento, los yates de lujo han demostrado ser una de las pocas vías de escape disponibles y efectivas para aquellos que pueden costearlas. La alta demanda por estos servicios indica la desesperación de las personas que buscan huir de un país devastado por el conflicto.
‍

Mientras tanto, las cifras de desplazamiento y las opciones limitadas para salir del país subrayan la necesidad de una intervención internacional más robusta para aliviar la situación. Las operaciones de evacuación están siendo observadas de cerca, y las autoridades están buscando maneras de abrir más rutas seguras y asequibles para todos los afectados. El yate "Princess 2010", usado en estas evacuaciones, es conocido por su lujo y comodidad, características que contrastan fuertemente con la desesperación y el peligro que enfrentan quienes lo abordan en busca de seguridad.