El caso de los hermanos Menendez, Erik y Lyle, ha resurgido en el interés público tras la presentación de nueva evidencia por parte de sus abogados. Condenados en 1996 a cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional por los asesinatos de sus padres, José y Kitty Menendez, en 1989, los hermanos justificaron su acto alegando defensa propia debido a una supuesta historia de abuso sexual y físico por parte de su padre.
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La reciente evidencia incluye una carta escrita por Erik Menendez que, según los abogados defensores, confirma las alegaciones de abuso sexual. El fiscal del condado de Los Ángeles, George Gascón, ha anunciado la revisión de este nuevo material para determinar si podría haber influido en la decisión del jurado original.

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Un audiencia para examinar esta nueva evidencia ha sido programada para el 29 de noviembre de 2024. Las posibles decisiones que podrían derivarse de esta audiencia incluyen la reconsideración de la sentencia o la apertura de un nuevo juicio.
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El renovado interés en el caso también se ha visto impulsado por la serie de Netflix "Monsters: The Lyle and Erik Menendez Story", que ha reavivado el debate sobre el tratamiento de las víctimas masculinas de abuso sexual dentro del sistema judicial. Además, una petición en Change.org titulada "Appeal for Menendez Brothers" ha reunido más de 365,000 firmas en apoyo de un nuevo juicio o una reducción de las sentencias.
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Entre los defensores de los hermanos se encuentra la figura pública Kim Kardashian, quien ha argumentado que los Menendez fueron injustamente retratados durante sus juicios y ha llamado a una mayor empatía hacia su situación y las alegaciones de abuso.
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A pesar de la revisión de la nueva evidencia, Gascón ha reafirmado que no hay duda sobre la responsabilidad de los hermanos en los asesinatos de sus padres. Sin embargo, subrayó que es esencial evaluar las nuevas alegaciones de abuso sexual debido a la evolución en la percepción y entendimiento de estos casos.
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Los abogados de los Menendez apuntan al cambio en la percepción social sobre el abuso sexual, argumentando que si el caso se juzgara hoy en día, es posible que no hubieran sido condenados por asesinato en primer grado, sino por un cargo menor como homicidio involuntario.
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Con más de 35 años en prisión, el destino de los hermanos Menendez podría cambiar dependiendo del resultado de la próxima audiencia y de la evaluación de la nueva evidencia presentada.