Un estudio reciente ha descubierto que la contaminación por plomo durante el Imperio Romano tuvo un impacto significativo en la inteligencia de la población de Europa. Según la investigación, publicada en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences, la liberación de grandes cantidades de plomo a la atmósfera debido a las actividades de minería y fundición de metales provocó una reducción en el IQ de la población de entre 2.5 y 3 puntos.
Durante el apogeo del Imperio Romano, entre 15 a.C. y 180 d.C., se estimó que se liberaron entre 3,300 y 4,600 toneladas de plomo al año. Esta contaminación aérea alcanzó concentraciones de al menos 150 nanogramos por metro cúbico cerca de las operaciones mineras y de fundición, con un promedio superior a 1 nanogramo por metro cúbico en toda Europa. La investigación sugiere que los niveles de plomo en sangre de los niños romanos pudieron haber aumentado en 2.4 microgramos por decilitro, correlacionándose con una disminución en el IQ.
El Imperio Romano, en su apogeo, tenía una población estimada en más de 80 millones de habitantes. Esto implica que aproximadamente una cuarta parte de la población mundial en ese momento pudo haber estado expuesta a contaminación por plomo de estas magnitudes. Los niveles de plomo en sangre podrían haber llegado hasta 3.5 microgramos por decilitro al considerar la exposición de fondo, un indicador preocupante respecto a las normas de salud modernas.
La investigación utilizó núcleos de hielo extraídos de Groenlandia y Rusia para medir los niveles de plomo en la atmósfera desde el 500 a.C. hasta el 600 d.C. Los datos revelaron un aumento notable en la contaminación por plomo alrededor del 15 a.C., y estos niveles se mantuvieron elevados hasta el final de la Pax Romana en 180 d.C.
La exposición al plomo está relacionada con diversos problemas de salud cognitiva, como la disminución del IQ, problemas de aprendizaje y otros efectos adversos en el desarrollo infantil. Estudios modernos indican que niveles de plomo en la sangre tan bajos como 3.5 microgramos por decilitro en niños se asocian con una reducción en la inteligencia. Algunos expertos han planteado la hipótesis de que la exposición al plomo podría haber sido un factor contribuyente, aunque no decisivo, en la caída del Imperio Romano, sugiriendo una relación entre la disminución del IQ y la productividad del imperio.
Este estudio representa la primera documentación significativa de la contaminación industrial causada por humanos en la historia, proporcionando una nueva perspectiva sobre los efectos a largo plazo de la contaminación en la salud pública y en la evolución de las civilizaciones.