El vicepresidente de Estados Unidos, J.D. Vance, generó una intensa polémica durante su intervención en la Conferencia de Seguridad de Múnich el 14 de febrero de 2025, con afirmaciones que pusieron en entredicho los principios democráticos de Europa. En un discurso de 18 minutos, Vance señaló que la mayor amenaza para Europa no proviene de actores externos como Rusia o China, sino de lo que él definió como un “enemigo interno” nacido de una aparente "retirada de algunos de sus valores fundamentales". Según el alto funcionario estadounidense, la libertad de expresión está en declive en Europa, citando la supresión de ideas legítimas en el debate público como una señal de este retroceso.
El vicepresidente fue especialmente crítico con la exclusión de partidos populistas, utilizando a Alternativa para Alemania (AfD) como ejemplo. Aseguró que las democracias europeas no deberían implementar “cortafuegos” para aislar a este tipo de partidos políticos, ya que, a su juicio, ese proceder sugiere un temor de los políticos hacia sus propios votantes. Sus comentarios, que cuestionaron si los valores europeos actuales merecen ser defendidos por Estados Unidos, causaron un profundo malestar entre los líderes europeos participantes en la conferencia.
El ministro de Defensa alemán, Boris Pistorius, respondió categóricamente a las declaraciones del vicepresidente estadounidense, calificándolas de “inaceptables” y señalando que tales afirmaciones equivalen a una comparación injustificada entre Europa y regímenes autoritarios. Pistorius defendió que la democracia debe tener la capacidad de protegerse a sí misma contra ideologías extremistas, sin necesidad de adoptar posturas de exclusión generalizada.
Por su parte, Olaf Scholz, el canciller alemán, expresó una firme oposición a las declaraciones de Vance, subrayando que mantener un muro de contención contra partidos de ultraderecha no solo es una decisión acertada, sino una lección aprendida de la historia, particularmente del régimen nazi. Scholz también destacó que existe un consenso entre los partidos democráticos europeos para actuar con precaución frente a movimientos extremistas.
El presidente federal de Alemania, Frank-Walter Steinmeier, agregó un matiz adicional al debate, al señalar que la administración estadounidense de Vance parece estar liderada por una élite empresarial que cuestiona las reglas tradicionales de la democracia liberal. Expresó su preocupación por esta perspectiva y su impacto en las relaciones transatlánticas.
Desde otro ángulo, Alice Weidel, líder de Alternativa para Alemania, celebró públicamente el discurso de Vance, calificándolo de “excelente”. Esta aprobación destacó aún más la división ideológica subyacente generada por el pronunciamiento del vicepresidente estadounidense.
Vance no limitó su intervención a la crítica sobre la libertad de expresión y los partidos populistas. También se refirió a temas como la anulación de elecciones en Rumania y la censura de opiniones antifeministas, los cuales según él, son ejemplos adicionales de cómo Europa enfrenta problemas internos que erosionan su estructura democrática. Además, alertó sobre la crisis migratoria en Europa, calificándola como “la más urgente” que enfrenta el continente. Este enfoque ha sido aprovechado por medios de comunicación rusos, quienes han interpretado el discurso como una evidencia de las fracturas ideológicas entre Estados Unidos y Europa.
En conclusión, el discurso provocador de J.D. Vance en la Conferencia de Seguridad de Múnich puso de manifiesto tensiones significativas entre Estados Unidos y sus aliados europeos, destacando diferencias no solo en las percepciones sobre la seguridad, sino también en los puntos de vista sobre democracia y valores fundamentales. Estas tensiones añaden complejidad a la cooperación transatlántica en el contexto político actual. Alternativa para Alemania (AfD), citada por J.D. Vance durante su discurso, es el primer partido de ultraderecha en Alemania que, desde la Segunda Guerra Mundial, ha logrado obtener representación significativa en el Parlamento alemán, algo que sigue suscitando intenso debate político en el país.