La Administración Nacional de Seguridad del Tráfico en las Carreteras (NHTSA), agencia federal que supervisa la seguridad vial en Estados Unidos, anunció que despedirá a un número “modesto” de empleados como parte de un esfuerzo mayor del Departamento de Eficiencia Gubernamental de reestructurar la burocracia federal. El despido fue informado el viernes por la noche a través de un portavoz, aunque la agencia no especificó si los empleados afectados estuvieron directamente relacionados con las investigaciones que realiza sobre Tesla, empresa liderada por Elon Musk.

Actualmente, la NHTSA está llevando a cabo tres investigaciones activas sobre la tecnología de conducción autónoma de Tesla. Una de dichas investigaciones se centra en cuatro accidentes, entre ellos uno dónde un peatón perdió la vida y otro donde una persona resultó herida, según documentos internos de la agencia. Estos incidentes involucran la tecnología de “conducción autónoma supervisada” de los vehículos Tesla, capaz de dirigir, frenar y navegar de manera automatizada en ciertas circunstancias.

Una de las dudas clave de la actual investigación es si el software de conducción autónoma de Tesla puede fallar en momentos de visibilidad reducida, como en escenarios con resplandor solar, niebla o polvo. Esto ha puesto bajo el escrutinio público la seguridad y confiabilidad de un sistema basado exclusivamente en cámaras, en contraste con competidores como Waymo, que emplean láseres y radares para complementar la visión artificial.

El anuncio de los despidos ocurre en el marco de un contexto complicado para Tesla. Las ventas de la firma cayeron un 1% durante el último año, frente al crecimiento del 25% observado en el mercado global de vehículos eléctricos. En respuesta, Elon Musk ha intensificado los esfuerzos hacia el desarrollo de taxis autónomos y la tecnología de conducción autónoma, defendiendo esta última como una herramienta crucial para posicionar a Tesla como la compañía más valiosa del mundo.

La NHTSA, que cuenta con menos de 1.000 empleados, aclaró que pese a los recortes, su plantilla sigue siendo más numerosa que al inicio de la administración de Joe Biden. De acuerdo con registros oficiales, la agencia había crecido un 30% bajo la dirección de la administración previa. A pesar de los cambios, la entidad reafirmó su compromiso con la seguridad vial, destacando que han "mantenido puestos clave para la misión de salvar vidas, prevenir lesiones y reducir los costos económicos debido a accidentes de tránsito".

Otro punto de debate en este contexto es la figura de Elon Musk, quien no solo lidera Tesla, sino que también controla el Departamento de Eficiencia Gubernamental, una entidad creada por la administración de Donald Trump. Este departamento ha liderado múltiples recortes en agencias gubernamentales, incluyendo la NHTSA, alimentando el debate en torno a un posible conflicto de intereses.

Tesla, por su parte, no ha respondido a las solicitudes de comentarios sobre los despidos ni sobre los avances en las investigaciones que realiza la NHTSA. Las implicaciones de estos cambios administrativos y los hallazgos de las investigaciones en curso serán de alto interés en un contexto donde la seguridad vehicular y la innovación tecnológica chocan.

Tesla utiliza exclusivamente cámaras en su sistema de conducción autónoma, desmarcándose de competidores como Waymo, que integran láseres y radares. Esta diferenciación tecnológica ha sido central al debate sobre el desempeño y la seguridad del sistema en condiciones climáticas adversas.