Un accidente marítimo de alto impacto tuvo lugar en el Mar del Norte, a unos 250 kilómetros al norte de Londres, cuando el buque de carga Solong, de bandera portuguesa, colisionó con el petrolero estadounidense MV Stena Immaculate cerca de la desembocadura del río Humber, al este de Yorkshire. El choque, ocurrido a las 9:48 a.m. GMT, dejó graves daños materiales, una persona desaparecida y riesgos significativos para el ecosistema marino.

El MV Stena Immaculate, que había partido desde Grecia y estaba anclado cerca del puerto de Grimsby, transportaba combustible Jet-A1 destinado a la Marina de los Estados Unidos. Por su parte, el Solong se dirigía desde Grangemouth, Escocia, hacia el puerto de Rotterdam, Países Bajos, con una carga de 15 contenedores de cianuro de sodio, una sustancia altamente tóxica con la capacidad de liberar gas hidrógeno cianuro al contacto con agua.
El accidente generó un incendio en ambas embarcaciones y múltiples explosiones que rompieron uno de los tanques de carga del Stena Immaculate, ocasionando un vertido considerable del combustible transportado. La situación activó de inmediato una operación de rescate encabezada por la Agencia Marítima y de Guardacostas del Reino Unido, que movilizó aeronaves, barcos comerciales y embarcaciones de salvamento a pesar de las complicadas condiciones de niebla en la zona. De los 37 tripulantes de ambas embarcaciones, 36 fueron rescatados con vida y evacuados a tierra, mientras que un tripulante del Solong sigue desaparecido. Sólo uno de los sobrevivientes requirió hospitalización y se confirmó que no presentaba lesiones graves.
Las autoridades medioambientales y organizaciones como Greenpeace han expresado su preocupación por el impacto del vertido en aguas del Mar del Norte. Mientras el combustible Jet-A1 representa un alto riesgo debido a su inflamabilidad, el transporte de cianuro de sodio en el Solong ha generado un nivel adicional de alarma, ya que esta sustancia, al interactuar con el agua, podría liberar gases altamente tóxicos que afectarían tanto a la vida marina como a las actividades humanas en esa zona.
Actualmente, la Rama de Investigación de Accidentes Marítimos del Reino Unido está investigando las causas detrás de esta colisión. Se considera la posibilidad de que el Solong no haya cumplido con las normas internacionales de control de radar adecuadas, lo cual es una obligación en la navegación de aguas comerciales concurridas. A nivel geográfico, la región donde ocurrió el incidente es una importante ruta de transporte marítimo, lo que subraya los peligros de los materiales transportados en zonas de alto tráfico.
La tripulación del Stena Immaculate, compuesta por 23 personas, fue completamente evacuada, mientras que del Solong, con 14 tripulantes, 13 lograron ser rescatados. Las autoridades continúan trabajando en la localización del desaparecido y en la contención del derrame. La Agencia Marítima y de Guardacostas también se encuentra evaluando las medidas necesarias para mitigar la contaminación provocada por la mezcla de los materiales derramados.
Este accidente ha resaltado los desafíos y riesgos asociados con el transporte marítimo de sustancias peligrosas, especialmente en zonas vitales para el comercio global. Las investigaciones determinarán si hubo errores humanos o técnicos que contribuyeran al accidente y definirán los pasos necesarios para evitar tragedias similares a futuro.