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'Carreteras Fantasma' Multiplican la Deforestación en Bosques Tropicales

Un estudio exhaustivo revela la extensión masiva de "carreteras fantasma" en Asia-Pacífico, cuya presencia no solo es subestimada por los registros oficiales sino que también contribuye significativamente a la deforestación tropical, desafiando los esfuerzos de conservación.

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'Carreteras Fantasma' Multiplican la Deforestación en Bosques Tropicales

Un estudio exhaustivo revela la extensión masiva de "carreteras fantasma" en Asia-Pacífico, cuya presencia no solo es subestimada por los registros oficiales sino que también contribuye significativamente a la deforestación tropical, desafiando los esfuerzos de conservación.

“Las carreteras fantasma son una de las amenazas más directas y menos comprendidas hacia los bosques tropicales”

- Jayden Engert, ecologista aplicado de la Universidad James Cook.

21/4/2024

La reciente investigación publicada en la revista Nature y liderada por William F. Laurance de la Universidad James Cook, junto a un equipo internacional, ha puesto de relieve la extensa red de carreteras no registradas que atraviesan los bosques tropicales de Borneo, Sumatra y Nueva Guinea. Este estudio utilizó imágenes satelitales y un esfuerzo colaborativo de 210 voluntarios para mapear manualmente 1.37 millones de kilómetros de carreteras, revelando una cantidad entre 3 y 6.6 veces superior a la registrada en las bases de datos internacionales GRIP y OpenStreetMap.

La presencia de estas carreteras no documentadas, que a menudo son construidas de manera informal o ilegal, ha demostrado estar estrechamente ligada a la deforestación acelerada en estas regiones. Las áreas protegidas, que deberían servir de barrera contra la pérdida de bosques, resultan ineficaces una vez que las carreteras penetran estos territorios, facilitando el acceso a recursos naturales y aumentando la vulnerabilidad de estos ecosistemas críticos.

Los investigadores enfatizan la necesidad urgente de políticas más efectivas que restrinjan la expansión de estas carreteras y proponen mejorar las bases de datos de caminos a nivel global para reflejar más fielmente la realidad, lo que podría mejorar significativamente la planificación espacial y la aplicación de la ley en áreas críticas para la conservación.

A pesar de los esfuerzos por utilizar inteligencia artificial para el mapeo de carreteras, los investigadores hallaron que los métodos manuales siguen siendo superiores. Sin embargo, destacan la necesidad de sistemas automatizados que puedan mantenerse al día con el rápido crecimiento de las carreteras no documentadas, que se estiman en un aumento de 25 millones de kilómetros para mediados de este siglo.

Algo Curioso
A pesar de constituir una amenaza significativa para los bosques tropicales, las carreteras fantasma han permanecido en gran medida invisibles no solo en mapas sino también en las discusiones globales sobre conservación, hasta estudios recientes como este.

Impacto Profundo y Subestimado de las Carreteras no Registradas

La complejidad del problema de las carreteras fantasma se extiende más allá de la simple presencia de estas vías en terrenos forestales; su impacto en la deforestación es alarmantemente directo y cuantificable. Un análisis detallado, basado en el seguimiento temporal de imágenes satelitales desde 1985 hasta 2020, reveló que en aproximadamente el 92% de las áreas estudiadas, la deforestación ocurrió concomitantemente o inmediatamente después de la construcción de carreteras. Este patrón indica que las carreteras no solo facilitan sino que a menudo precipitan la explotación y el consiguiente deterioro de los bosques.

Este fenómeno se ha observado a lo largo de 1.42 millones de parcelas evaluadas en el estudio, donde la densidad de carreteras resultó ser un predictor significativo de la pérdida de bosques. Los modelos estadísticos empleados mostraron una relación no lineal marcada entre la densidad de carreteras y la deforestación, sugiriendo un efecto umbral donde la destrucción forestal es máxima al comienzo de la penetración de nuevas carreteras en áreas previamente intactas.

Conexiones Claras: Carreteras no Oficiales y Pérdida de Bosques

Dentro de los hallazgos, se destacó que mientras las carreteras registradas en las bases de datos globales cubrían solo un 18.3% de las parcelas, las carreteras detectadas por los voluntarios cubrían un 32.9%, una cifra considerablemente mayor que subraya la vasta subestimación de la infraestructura vial en las zonas tropicales. Además, se identificó que una gran proporción de estas carreteras se encontraba en plantaciones de palma de aceite, lo que vincula directamente la agricultura comercial a gran escala con la proliferación de vías no oficiales y la deforestación asociada.

El impacto de las carreteras no se limita a la deforestación directa. La fragmentación del hábitat, el incremento en la caza furtiva y el acceso facilitado a mineros y otros extractores de recursos son consecuencias igualmente devastadoras que siguen las huellas de estas carreteras. Estos caminos actúan como vías de entrada no solo para los madereros y agricultores, sino también para actividades ilícitas que explotan tanto la flora como la fauna de estos ecosistemas.

En respuesta a esta crisis, los investigadores hacen un llamado urgente a mejorar los sistemas de monitoreo y control de las carreteras. Sugieren que, más allá de la tecnología de mapeo manual que prevalece actualmente, se necesita una transición hacia sistemas automatizados de detección de carreteras que pueden proporcionar datos en tiempo real y con mayor precisión. Esto es crucial para la implementación de estrategias de conservación efectivas y para la aplicación de políticas que realmente protejan los bosques restantes.

“Las carreteras fantasma son una de las amenazas más directas y menos comprendidas hacia los bosques tropicales”

- Jayden Engert, ecologista aplicado de la Universidad James Cook.

Apr 21, 2024
Colglobal News

La reciente investigación publicada en la revista Nature y liderada por William F. Laurance de la Universidad James Cook, junto a un equipo internacional, ha puesto de relieve la extensa red de carreteras no registradas que atraviesan los bosques tropicales de Borneo, Sumatra y Nueva Guinea. Este estudio utilizó imágenes satelitales y un esfuerzo colaborativo de 210 voluntarios para mapear manualmente 1.37 millones de kilómetros de carreteras, revelando una cantidad entre 3 y 6.6 veces superior a la registrada en las bases de datos internacionales GRIP y OpenStreetMap.

La presencia de estas carreteras no documentadas, que a menudo son construidas de manera informal o ilegal, ha demostrado estar estrechamente ligada a la deforestación acelerada en estas regiones. Las áreas protegidas, que deberían servir de barrera contra la pérdida de bosques, resultan ineficaces una vez que las carreteras penetran estos territorios, facilitando el acceso a recursos naturales y aumentando la vulnerabilidad de estos ecosistemas críticos.

Los investigadores enfatizan la necesidad urgente de políticas más efectivas que restrinjan la expansión de estas carreteras y proponen mejorar las bases de datos de caminos a nivel global para reflejar más fielmente la realidad, lo que podría mejorar significativamente la planificación espacial y la aplicación de la ley en áreas críticas para la conservación.

A pesar de los esfuerzos por utilizar inteligencia artificial para el mapeo de carreteras, los investigadores hallaron que los métodos manuales siguen siendo superiores. Sin embargo, destacan la necesidad de sistemas automatizados que puedan mantenerse al día con el rápido crecimiento de las carreteras no documentadas, que se estiman en un aumento de 25 millones de kilómetros para mediados de este siglo.

La reciente investigación publicada en la revista Nature y liderada por William F. Laurance de la Universidad James Cook, junto a un equipo internacional, ha puesto de relieve la extensa red de carreteras no registradas que atraviesan los bosques tropicales de Borneo, Sumatra y Nueva Guinea. Este estudio utilizó imágenes satelitales y un esfuerzo colaborativo de 210 voluntarios para mapear manualmente 1.37 millones de kilómetros de carreteras, revelando una cantidad entre 3 y 6.6 veces superior a la registrada en las bases de datos internacionales GRIP y OpenStreetMap.

La presencia de estas carreteras no documentadas, que a menudo son construidas de manera informal o ilegal, ha demostrado estar estrechamente ligada a la deforestación acelerada en estas regiones. Las áreas protegidas, que deberían servir de barrera contra la pérdida de bosques, resultan ineficaces una vez que las carreteras penetran estos territorios, facilitando el acceso a recursos naturales y aumentando la vulnerabilidad de estos ecosistemas críticos.

Los investigadores enfatizan la necesidad urgente de políticas más efectivas que restrinjan la expansión de estas carreteras y proponen mejorar las bases de datos de caminos a nivel global para reflejar más fielmente la realidad, lo que podría mejorar significativamente la planificación espacial y la aplicación de la ley en áreas críticas para la conservación.

A pesar de los esfuerzos por utilizar inteligencia artificial para el mapeo de carreteras, los investigadores hallaron que los métodos manuales siguen siendo superiores. Sin embargo, destacan la necesidad de sistemas automatizados que puedan mantenerse al día con el rápido crecimiento de las carreteras no documentadas, que se estiman en un aumento de 25 millones de kilómetros para mediados de este siglo.

Algo Curioso
A pesar de constituir una amenaza significativa para los bosques tropicales, las carreteras fantasma han permanecido en gran medida invisibles no solo en mapas sino también en las discusiones globales sobre conservación, hasta estudios recientes como este.

Impacto Profundo y Subestimado de las Carreteras no Registradas

La complejidad del problema de las carreteras fantasma se extiende más allá de la simple presencia de estas vías en terrenos forestales; su impacto en la deforestación es alarmantemente directo y cuantificable. Un análisis detallado, basado en el seguimiento temporal de imágenes satelitales desde 1985 hasta 2020, reveló que en aproximadamente el 92% de las áreas estudiadas, la deforestación ocurrió concomitantemente o inmediatamente después de la construcción de carreteras. Este patrón indica que las carreteras no solo facilitan sino que a menudo precipitan la explotación y el consiguiente deterioro de los bosques.

Este fenómeno se ha observado a lo largo de 1.42 millones de parcelas evaluadas en el estudio, donde la densidad de carreteras resultó ser un predictor significativo de la pérdida de bosques. Los modelos estadísticos empleados mostraron una relación no lineal marcada entre la densidad de carreteras y la deforestación, sugiriendo un efecto umbral donde la destrucción forestal es máxima al comienzo de la penetración de nuevas carreteras en áreas previamente intactas.

Conexiones Claras: Carreteras no Oficiales y Pérdida de Bosques

Dentro de los hallazgos, se destacó que mientras las carreteras registradas en las bases de datos globales cubrían solo un 18.3% de las parcelas, las carreteras detectadas por los voluntarios cubrían un 32.9%, una cifra considerablemente mayor que subraya la vasta subestimación de la infraestructura vial en las zonas tropicales. Además, se identificó que una gran proporción de estas carreteras se encontraba en plantaciones de palma de aceite, lo que vincula directamente la agricultura comercial a gran escala con la proliferación de vías no oficiales y la deforestación asociada.

El impacto de las carreteras no se limita a la deforestación directa. La fragmentación del hábitat, el incremento en la caza furtiva y el acceso facilitado a mineros y otros extractores de recursos son consecuencias igualmente devastadoras que siguen las huellas de estas carreteras. Estos caminos actúan como vías de entrada no solo para los madereros y agricultores, sino también para actividades ilícitas que explotan tanto la flora como la fauna de estos ecosistemas.

En respuesta a esta crisis, los investigadores hacen un llamado urgente a mejorar los sistemas de monitoreo y control de las carreteras. Sugieren que, más allá de la tecnología de mapeo manual que prevalece actualmente, se necesita una transición hacia sistemas automatizados de detección de carreteras que pueden proporcionar datos en tiempo real y con mayor precisión. Esto es crucial para la implementación de estrategias de conservación efectivas y para la aplicación de políticas que realmente protejan los bosques restantes.

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