El presidente Joe Biden informó el 6 de enero de 2025 la prohibición de nuevas perforaciones de petróleo y gas en la mayoría de las aguas costeras de EE. UU., una medida que bloquea futuros arrendamientos en más de 625 millones de acres (253 millones de hectáreas) de aguas federales. Esta prohibición abarca las costas atlánticas, el este del Golfo de México, la costa pacífica de California, Oregón y Washington, y una sección del mar de Bering frente a Alaska.
Biden argumentó que esta decisión es crucial para evitar daños irreparables a las comunidades costeras y aseguró que no afecta las necesidades energéticas del país. La acción se sustenta en la Ley de Tierras de la Plataforma Continental Exterior de 1953, otorgando al gobierno federal autoridad sobre la explotación de recursos offshore. Históricamente, esta ley ha sido empleada por ocho presidentes, incluido Trump, quien prohibió la extracción en las costas de Florida, Georgia y Carolina del Sur hasta 2032.
Tras el anuncio, Donald Trump, próximo a asumir el cargo el 20 de enero, prometió revertir la prohibición "inmediatamente". Sin embargo, podría enfrentar desafíos legales ya que la ley impide a los presidentes revocar unilateralmente restricciones de perforación sin la intervención del Congreso. La portavoz de Trump, Karoline Leavitt, calificó la medida de Biden como "vergonzosa".
La prohibición fue bien recibida por grupos ambientalistas. Joseph Gordon, director de campaña de Oceana, destacó: "Las comunidades costeras están ahora protegidas para las generaciones futuras". Durante su administración, Biden ha conservado más de 670 millones de acres de tierras y aguas, superando a cualquier otro presidente en la historia de EE. UU.
No obstante, la administración Biden ha propuesto hasta tres ventas de arrendamientos de petróleo y gas en el Golfo de México, excluyendo Alaska, en un intento de equilibrar las demandas de las empresas energéticas y los activistas ambientales. La legislación climática de 2022 exige que el gobierno ofrezca al menos 60 millones de acres de arrendamientos de petróleo y gas offshore anualmente antes de habilitar arrendamientos para energía eólica en el mar.
En resumen, la prohibición de perforaciones de Biden representa un paso significativo en la protección de las costas estadounidenses, en medio de la creciente preocupación por el cambio climático y la emisión de gases de efecto invernadero.