El 6 de enero de 2021, el Capitolio de los Estados Unidos fue escenario de un violento asalto que resultó en la muerte de cinco personas y más de 140 policías heridos, incluyendo más de 80 de la Policía del Capitolio y más de 60 de la Policía Metropolitana. Desde entonces, el Departamento de Justicia ha presentado cargos contra 1,572 individuos por su participación en el incidente.
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De los procesados, 1,068 han sido sentenciados, con 645 personas cumpliendo penas de cárcel y otras 145 en arresto domiciliario. Además, 133 sentencias están bajo revisión después de que el Tribunal Supremo determinara que el delito de obstrucción de un procedimiento oficial no se aplicaba a los eventos de ese día.
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Entre los condenados, Enrique Tarrio, líder de los Proud Boys, recibió una de las penas más severas con 22 años de prisión por conspiración sediciosa. Por su parte, Ethan Nordean y Stewart Rhodes, líder de los Oath Keepers, fueron condenados a 18 años de prisión cada uno.
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Donald Trump, presidente electo tras las elecciones del 5 de noviembre de 2024, ha prometido indultar a muchos de los condenados por el asalto al Capitolio. Aunque aseguró que cada caso se estudiará individualmente, indicó que el proceso comenzaría tan pronto como tome posesión, posiblemente en los primeros nueve minutos de su administración.
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Ante la inminente toma de posesión de Trump el 20 de enero de 2025, presos como Christopher Belliveau, Cindy Young y William Pope han solicitado permisos especiales para asistir a la ceremonia, incrementando la expectación sobre la implementación de estos indultos.
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Joe Biden criticó fuertemente a Trump acusándolo de glorificar la violencia política, mientras que la investigadora Joyce Vance del Brennan Center alertó sobre las implicaciones constitucionales de los indultos y el posible incentivo que podrían representar para grupos supremacistas. Por su parte, el juez Amit Mehta expresó su preocupación acerca del potencial impacto de los indultos en la percepción democrática del país.

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El contexto de esta situación se enmarca en coincidencias simbólicas: el Congreso certificará la victoria de Trump el 6 de enero de 2025, cuatro años exactos después del intento de sus simpatizantes de evitar que Joe Biden fuera proclamado ganador en 2021.