El 1 de enero de 2025, Matthew Livelsberger, un soldado de 37 años y veterano de dos despliegues en Afganistán, detonó un Tesla Cybertruck frente al hotel Trump International en Las Vegas. Las investigaciones posteriores revelaron que Livelsberger utilizó inteligencia artificial, concretamente ChatGPT, para planificar minuciosamente el ataque. A través de esta herramienta, consultó cómo detonar explosivos, la velocidad necesaria para que ciertos proyectiles causaran una explosión y la legalidad de los fuegos artificiales en Arizona.
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La explosión ocurrió inmediatamente después de que Livelsberger se disparara en la cabeza dentro del vehículo. La detonación, descrita como una "explosión de aire combustible", fue desencadenada al encender los fuegos artificiales y otros materiales explosivos en el Cybertruck. En el interior del vehículo se encontraron aproximadamente 27 kilogramos (60 libras) de material pirotécnico, suficiente para generar una explosión significativa. A pesar de la magnitud del estallido, ocho personas sufrieron lesiones menores y no hubo daños significativos en la estructura del hotel Trump.
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La policía de Las Vegas inició una exhaustiva investigación del caso, revisando un laptop, un teléfono celular y un reloj que pertenecían a Livelsberger. Las búsquedas en ChatGPT mostraban un claro interés en temas relacionados con explosivos y la velocidad de las balas. En su teléfono, se hallaron notas personales en las que Livelsberger expresaba la necesidad de "limpiar" su mente de los "hermanos que había perdido" y aliviar la carga de las vidas que había tomado. En sus escritos, justificó la explosión como un "llamado de atención" sobre los problemas que, según él, aquejaban al país, considerando a Estados Unidos "terminalmente enfermo y en camino hacia el colapso".
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Curiosamente, el mismo día del incidente en Las Vegas, ocurrió un ataque en Nueva Orleans, dejando 14 muertos. Sin embargo, las autoridades afirmaron que no había conexión entre ambos eventos. En sus notas, Livelsberger aclaró no tener resentimiento alguno hacia el presidente electo Donald Trump y alentó a la nación a "unirse" en torno a él y al CEO de Tesla, Elon Musk.
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OpenAI, la empresa responsable de ChatGPT, expresó su tristeza por el uso indebido de su tecnología. "Nuestros modelos están diseñados para rechazar instrucciones dañinas," declararon, añadiendo que la información proporcionada a Livelsberger era de acceso público y que estaban cooperando con las autoridades en la investigación.
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Adicionalmente, se descubrió que Livelsberger había alquilado el Cybertruck y había viajado desde Colorado a Las Vegas. La policía tenía en su poder videos donde se le veía vertiendo combustible de carreras en el vehículo antes de la explosión. No se encontraron evidencias de la compra de un sistema de detonación remoto o sofisticado.
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Este incidente subraya una preocupante convergencia entre la tecnología de inteligencia artificial y la planificación de actos violentos, siendo el primer caso documentado en Estados Unidos donde se utilizó ChatGPT para construir un dispositivo explosivo.