Un estudio publicado en la revista Science Advances ha revelado hallazgos sorprendentes sobre los perros que habitan la Zona de Exclusión de Chernobyl (CEZ). Estos perros, descendientes de mascotas abandonadas durante la evacuación tras el desastre nuclear de 1986, han desarrollado adaptaciones genéticas únicas debido a la exposición prolongada a radiación.
El equipo de investigadores analizó el ADN de 302 perros ferales, comparándolos con los de Chernobyl City, situada a unos 15 km de la planta nuclear. El análisis genético permitió identificar 391 regiones genómicas con diferencias significativas entre los dos grupos. Estas diferencias genéticas sugieren que los perros cerca de la planta nuclear han evolucionado de manera distinta debido a su exposición al entorno radiactivo.
Entre los hallazgos más importantes destaca la identificación de mutaciones genéticas asociadas con la reparación del ADN, lo que indica que estos perros podrían haber desarrollado mecanismos para enfrentar la exposición constante a la radiación. Además, el estudio reveló la existencia de 15 familias dentro de la población de perros, con una de ellas compuesta por más de 162 individuos, lo cual sugiere un alto grado de endogamia y migración entre perros de diferentes áreas dentro de la CEZ.
Las diferencias en las tasas de heterocigosidad también fueron notables. Los perros de Chernobyl City presentaron una tasa de heterocigosidad promedio de 0.34, mientras que los perros de la planta nuclear mostraron tasas significativamente más bajas. Esta variabilidad en la heterocigosidad refleja las adaptaciones genéticas únicas que han experimentado los perros residentes cerca de la planta nuclear.
El estudio no solo ofrece una base para futuras investigaciones sobre cómo la radiación puede afectar la evolución y la salud genética de los mamíferos grandes, sino que también convierte a la CEZ en un laboratorio natural para estudiar la adaptación a condiciones extremas. El título del estudio, "The dogs of Chernobyl: Demographic insights into populations inhabiting the nuclear exclusion zone", subraya la importancia de estos hallazgos para la ciencia.
Los investigadores han concluido que los perros de Chernobyl representan un modelo valioso para entender los efectos de la radiación en la genética y evolución de las especies. Las implicaciones de este estudio podrían ser extensas, no solo en el ámbito de la biología y genética, sino también en la comprensión de cómo los organismos pueden adaptarse a entornos extremadamente adversos.
La investigación sugiere que el entorno de Chernobyl ha permitido observar en tiempo real cómo una población de mamíferos se adapta a un alto nivel de radiación, algo que podría tener aplicaciones importantes en otros campos científicos. Los autores del estudio esperan que sus hallazgos inviten a más estudios que profundicen en la adaptación genética y resiliencia de los perros y otros organismos en la CEZ.
Para más detalles, los interesados pueden consultar el estudio completo en Science Advances.