El ataque ocurrió el 22 de diciembre de 2024, alrededor de las 07:30 hora local (12:30 GMT), en la estación de metro Coney Island-Stillwell Avenue, en Brooklyn, Nueva York. La víctima, una mujer cuya identidad no ha sido revelada debido a que su cuerpo quedó "totalmente calcinado", fue atacada mientras estaba sentada en un vagón de metro. El sospechoso, Sebastián Zapeta, ciudadano guatemalteco de 33 años que emigró a Estados Unidos en 2018, se acercó a ella y le prendió fuego a la ropa con un encendedor.
El ataque, que dejó a la mujer "totalmente envuelta en llamas en cuestión de segundos", fue presenciado por varios testigos que rápidamente alertaron a la policía. A pesar de los esfuerzos de los oficiales para extinguir las llamas, la mujer fue declarada muerta en el lugar.
Zapeta fue arrestado más tarde en la estación Herald Square, Manhattan, después de ser identificado por tres adolescentes que llamaron al 911. La policía logró obtener imágenes claras del sospechoso mediante cámaras de seguridad. Al momento de su arresto, a Zapeta se le encontró un encendedor en el bolsillo.
Frente a las graves acusaciones, Zapeta enfrenta cargos de asesinato en primer y segundo grado, así como de incendio provocado. Jessica Tisch, comisionada del Departamento de Policía de Nueva York, calificó este acto como "uno de los crímenes más depravados que una persona puede cometer”.
En cuanto al motivo del ataque, las autoridades continúan investigando, aunque no se cree que Zapeta y la víctima se conocieran previamente. Este trágico evento ha generado una profunda preocupación en la comunidad y ha sido enmarcado en un contexto de tensión migratoria, especialmente después de las declaraciones del presidente electo Donald Trump sobre la relación entre inmigrantes indocumentados y la criminalidad.